Las armaduras metálicas, aunque protegían a los caballeros en épocas antiguas, también les impedían la agilidad para momentos críticos. David se enfrentó al gigante sin armaduras; decidió usar solo 5 piedras lizas y una onda en su mano.

David entendió que enfrentaría a Golead, no con su fuerza o su astucia, sino con la confianza puesta en Dios, entendiendo que de Él es el que da la victoria sobre la batalla. Una de las grandes debilidades que continuamente encontramos en América Latina es la fuerte tendencia de muchos ministros o líderes a querer hacer la obra con armaduras prestadas. Pero Dios ha creado ministerios y métodos únicos. Cada líder necesita encontrar el ministerio que Dios le dio de forma personal. 

Dios está interesado en transformarnos de líderes mohabitas a líderes Abrahámicos. La debilidad de los mohabitas fue su arrogancia, su renuencia a cambiar y su inflexibilidad en las transiciones. Dios quiere llevarnos de vasija en vasija para que nuestro olor de adoración no sea el mismo siempre. Resistir los cambios y transformaciones es arrogancia ministerial. Abraham si entendía las transiciones y la guía del Espíritu Santo de los conocido a lo desconocido.

Líderes anhedónicos son aquellos que han perdido el interés y la satisfacción en lo que hacen. El Rey Usías es un claro ejemplo de este tipo de liderazgo. La importancia del descanso y de la unión familiar nos evitará convertirnos en esclavos del ministerio, sacrificando los principios básicos de la vida espiritual, personal, relacional y familiar.

La peor factura de nuestra vida no es la comercial, sino la espiritual y la moral. Son muchos los líderes que juegan con cosas prohibidas y olvidan que todo tiene una factura en esta vida, y que su futuro puede quedar en riesgo. Un líder entrega el sostén de poder cuando juega con el pecado. En este capítulo descubrirá 3 cosas que perdió Judá cuando se entregó al pecado: su sello, su cinturón y su báculo.

En este capítulo encontrará las características de un líder negligente. ¿En qué área está perdiendo la diligencia? ¿En qué forma ha usado máscaras para ocultar las debilidades o los pecados? Descubra más recomendaciones para convertirse en un líder diligente.

Esta es una época en la que se ha vuelto moda la comercialización de los milagros de Dios. Cuando ofrezco la acción de Dios sobre la necesidad de una persona en base a la cantidad de dinero que puede aportar, estoy cayendo en la perversión espiritual.

Decidamos hoy no desvalorizar la calidad de Dios, quien, en su gracia, no vende los milagros, sino que extiende su mano compasiva para tocar al afligido. Nos convertimos en líderes de papel con piel de barro cuando rebajamos la gracia y la misericordia de Dios al valor del dinero.

Nuestro modelo es Jesús, con su ejemplo de humildad y sencillez, nunca proclamo un título ni un lugar de preminencia, sino que se humilló tomando forma de siervo, y por haberse humillado Dios le exaltó hasta lo sumo.

En este capítulo seremos retados a movernos al modelo original y tomar el camino de la sencillez, el camino de la cruz para luego ir al trono. Los líderes de papel con pies de barro copian a otros, los líderes originales solo miran al único modelo de liderazgo: Jesus de Nazaret.

¿Cuáles son los instrumentos de quebrantamiento que Dios utiliza en su vida?

 Dios, como el artesano perfecto y eterno, tiene sus propias herramientas para llevarnos al quebrantamiento y así moldearnos con facilidad. Descubra en este capítulo, las herramientas más comunes que Dios utiliza para moldearnos el carácter. En el quebrantamiento somos llevados a otra dimensión.

La palabra “nazareo” en el Nuevo Testamento significa apartado o separado. Siervos de Dios que habían hecho un voto especial de consagrarse enteramente a Él. Alguien que estaba separado de todo lo que podía contaminarlo. La consagración voluntaria incluye negarse a sí mismo. Como alguien similar a los nazareos, los líderes necesitan despertar y cumplir su rol en esta época.

¿Qué motiva su servicio? Si analiza su ministerio puede determinar si es servido o está sirviendo. El ejemplo de Jesús lavando los pies de sus discípulos nos da un claro ejemplo de la humildad que debemos aprender para ser líderes en el ministerio.

En este capítulo encontrará tres cosas que paralizan el liderazgo cristiano. El individualismo y el orgullo te paralizan; en el ministerio los verdaderos amigos son importantes. Las excusas te paralizan; nos permiten seguir en una zona de conformidad que nos limita en el liderazgo. La dependencia de otros también puede paralizarle, y no le permite desarrollar los dones y talentos que hay en usted.

Los hombres necesitamos aprender del corazón de las mujeres de fe, de visión y de desafío. Serafín comparte el testimonio de Ester Dávila; una mujer con un corazón valiente que lideró la plantación de iglesias locales en una región de Nicaragua. Principios de la pasión y la visión en el liderazgo.

La Biblia habla de la primera tentación de Jesús; una confabulación sin éxito lanzada contra el Hijo de Dios. De esta tentación podemos sacar bellas joyas que nos ayudarán a enfrentar nuestras tentaciones personales. Serafín nos comparte lecciones prácticas sobre la tentación y cómo sobrellevarla.  Las pruebas, tentaciones y crisis son herramientas en las manos de Dios para construir y fortalecer nuestro carácter.

Serafín describe 3 formas en las que un líder puede vivir su vida: de forma ordinaria, mediocre o extraordinaria. Este último capítulo, nos motiva a vivir una vida fructífera y  llena de discernimiento espiritual.