Daniel Huerta define estos tres tipos de perfiles; personas a nuestro alrededor que de alguna manera influyeron nuestra vida de forma positiva, nos ayudaron a crecer y a vivir nuestro legado. Son personas que corrieron la carrera con perseverancia y nos pasaron la estafeta. Como padres, también nos convertimos en contribuidores, alentadores e influenciadores en la vida de nuestros hijos a través de los 7 elementos indispensables para la crianza de sus hijos.   

El primer Elemento que Daniel Huerta explica es la “Adaptabilidad”, esa flexibilidad que tiene su mente para adaptarse a las diferentes situaciones y emociones de la vida diaria. Encontrará algunas recomendaciones prácticas sobre cómo afrontar el estrés de la vida y ayudarle a sus hijos a tener una perspectiva equilibrada cuando la vida no sale como lo esperan.  

El respeto es uno de los principales ingredientes de una comunicación relacional y eficaz. Implica reconocer el valor otorgado por Dios a cada persona. Se demuestra teniendo paciencia y permitiendo que los demás vean que usted valora su opinión, sus pensamientos y su presencia, aun a pesar de sus imperfecciones. En este capítulo encontraremos algunas recomendaciones sobre cómo proporcionar un equilibrio necesario de corrección y conexión al disciplinar.  

La intencionalidad es estar presente con el propósito de guiar, enseñar e influenciar a su hijo hacia el crecimiento personal, y las relaciones saludables. Daniel Huerta dará recomendaciones para lograr encontrar momentos de conexión y aprendizaje en el día a día que tengan enseñanzas profundas para toda la vida en los corazones de nuestros hijos.  

Este elemento es el fundamento para los demás elementos. El amor ofrece muchas oportunidades para aprender a vivir con los demás, aun a pesar de sus imperfecciones. Esta flexibilidad solo crece con el tiempo, pues hay una necesidad constante de adaptarse, aprender y responder a las diferencias entre cada uno. En este capítulo aprenderá cómo evitar que su familia se quede atrapada en los desacuerdos y la negatividad. 

Los límites requieren mucha energía, tiempo, concentración, relación, equilibrio y comunicación. Pero en este capítulo aprenderemos que los límites ayudan a que las cosas funcionen bien, aun cuando no nos agradan a nivel emocional. Es bueno que las emociones no siempre estén a cargo de la sociedad. Si así fuera, sería un caos de vacilación y conflicto constante. 

En este capítulo, Daniel Huerta nos ayudará a entender cómo ser un pacificador en el liderazgo, que proporciona un gran ejemplo del ministerio de la reconciliación de Dios. Y, de esta forma, lograr proveer el fundamento para que nuestra familia aprenda a manejar las diferencias, los desacuerdos, los errores y las posibles decepciones. 

La gratitud es el séptimo y último elemento que Daniel Huerta desarrollará. La gratitud no solo le transformará a usted, sino también sus relaciones con otros. Le ayudará a encontrar la paz, y a ver el plan de Dios en toda su vida, y a su alrededor. Tendrá la certeza de que Él está con usted dondequiera que vaya. A su familia le encantará que usted invierta en la gratitud, porque se convertirá en una persona más amable de forma natural.