Consulta: “¿Puede ayudarnos a descubrir cómo dejar de tener tantas peleas con nuestro adolescente como sea posible? Hemos discutido sobre casi todos los temas existentes: calificaciones, tatuajes, música, películas, peinados, el largo de los pantalones, hábitos de estudio, política. Aunque solo sea por el bien de nuestra propia tranquilidad, nos gustaría saber cuándo está bien retroceder y cuando realmente necesitamos mantenernos firmes.”
El principio que debe tener en cuenta en una situación como esta es el que encontrará claramente en Efesios 6:4: “…no hagan enojar a sus hijos”. Debe esperar cierta medida de conflicto durante la adolescencia, y no debe retroceder cuando un desacuerdo implica una diferencia de opinión sobre creencias y valores que considera esenciales y fundamentales. Al mismo tiempo, debe tener cuidado de no ejercer demasiado control en áreas que son relativamente intrascendentes. Si no ejerce alguna medida de discernimiento, puede terminar alejando a su hijo. Lo importante es atravesar estos años turbulentos haciendo el menor daño posible a la relación padre-hijo y a su propia sanidad mental.
Su regla general básica debería ser: “Evite grandes conflictos con su hijo adolescente en la medida de lo posible”. Algunas cosas simplemente no valen la pena. Por ejemplo, debe pensar detenidamente antes de comenzar una guerra sobre cualquiera de los siguientes temas:
- Un desorden en su propia habitación (a menos que esté esperando una visita del departamento de salud).
- Largo del cabello
- Aretes (para mujeres y hombres)
- Estilo de música
- Volumen de la música
- Elección de la vestimenta diaria.
- Comida rápida
- Dormir hasta tarde cuando no hay una razón específica para levantarse
- Cómo, cuándo y dónde se hace la tarea (siempre y cuando se haga)
Por supuesto, hay una serie de variables adicionales, algunas relacionadas con los problemas enumerados anteriormente, en las que deberá defender sus argumentos y mantenerse firme. Revisemos nuestra lista, agregando algunos descriptores y advertencias:
- No pelee por el desorden dentro de la habitación de su adolescente. Pero si el desorden va más allá de su habitación, es hora de ponerse firme. Deje en claro que ha renunciado a hacerse responsable por el orden de su adolescente y que los objetos de valor fuera de lugar que quedan tirados en la casa serán confiscados por un período no especificado. Puede usar el humor en este tema, pero asegúrese de llevar a cabo las advertencias.
- No haga un problema por el largo del cabello. Sin embargo, cuando se trata de alteraciones extremas, o algo extraño como púas verdes gigantes, se necesita una conversación sincera. Los estilos extremos son una forma de decirle al mundo: “¡No me importa lo que los demás piensen de mí!”. Si esta es la actitud de su adolescente, debe averiguar por qué.
- No se obsesione con los aretes. Pero si su hijo adolescente quiere pasar de los aretes a perforaciones corporales más agresivas (nariz, lengua, ombligo, etc.) o tatuajes, siéntese y hágale saber que es extremadamente imprudente hacerle algo a su cuerpo con consecuencias físicas permanentes en un momento en que su vida todavía está en un estado de formación. Dígale que puede decidir por estas opciones cuando sea una persona totalmente independiente, y responsable por todas sus necesidades, y que además viva solo. También debe saber que las agujas para tatuar o los instrumentos de perforación manejados de forma inadecuada pueden propagar enfermedades virales graves, así como infecciones bacterianas de la piel.
- No regañe a su hijo adolescente por el volumen de su música, a menos que esté molestando a otras personas en la casa o en el vecindario. Necesita comprender la importancia de ser considerado con los demás. Discuta firmemente también acerca del contenido lírico de la música. Las palabras transmiten valores e ideas, y si esos valores e ideas son incompatibles con lo que intenta enseñarles en casa, el contenido debe eliminarse de la biblioteca musical de su hijo adolescente.
- No ejerza demasiado control sobre el guardarropa de su adolescente. Pero si las prendas lucen palabras o imágenes que son violentas u ofensivas, deben desaparecer. También debe vetar la vestimenta femenina que sea abiertamente provocativa a nivel sexual.
- No le dé mucha importancia a la preferencia de su adolescente por la comida rápida. Por el contrario, si sus elecciones de alimentos se vuelven extremas, ya sea excesivas o limitadas en variedad o cantidad, entonces no dude en señalar los riesgos para la salud relacionados con este tema. Recuerde, la obesidad infantil y adolescente va en aumento en la sociedad contemporánea, y la anorexia y la bulimia son obsesiones alimentarias que pueden tener graves consecuencias.
Otros temas que requieren una respuesta muy definida de los padres deberían ser bastante claros. El comportamiento relacionado con el consumo de tabaco, alcohol y drogas, los comentarios y acciones irrespetuosas, la actividad sexual y las amistades tóxicas, por ejemplo, son problemas que no puede permitirse pasar por alto. También debe insistir en que su adolescente lo mantenga informado sobre donde está en todo momento. Esto no significa que lo esté tratando como a un niño. Es simplemente una cuestión de cortesía y puede ser de vital importancia en caso de una emergencia familiar.
Si desea analizar estas sugerencias con más detalle con un miembro de nuestro personal, no dude en contactar al departamento de Consejería de Enfoque a la Familia.
