Al casarnos, la convivencia evidencia nuestras imperfecciones, y vamos a tener problemas. Eso no
significa que hemos elegido al cónyuge equivocado, simplemente es un proceso de ajuste, que
requiere del compromiso para superar las crisis.
En este capítulo se hablará sobre la clave principal para cumplir el compromiso matrimonial:
tener una actitud firme y mantener una espiritualidad genuina.

En este capítulo, conoceremos la importancia de la comunicación sincera, íntima y real para la
construcción de un vínculo más profundo y perdurable entre los cónyuges.
No podemos leer la mente de nuestro cónyuge, pero sí podemos conocerlo de forma íntima a través
de la comunicación.

En este cuarto capítulo se hablará sobre cómo dejar de interpretar los conflictos como una
“amenaza grave” y entenderlos como “una oportunidad de crecimiento mutuo”.
Al final de todo, lo que realmente busca el amor es mantener la paz, cuidar el corazón del otro,
negociar y continuar juntos en este viaje de la vida.

En el matrimonio todos somos tentados a dejar de admirar las cosas buenas de nuestro cónyuge.
Nos acostumbramos a su presencia y dejamos de ser cautivados por lo que liberó las mariposas y
nos hizo sentir el primer flechazo en el corazón.
En este capítulo se hablará sobre la admiración, el respeto y la honra que nuestro cónyuge merece, y
cómo debemos esforzarnos cada día por decidir, incondicionalmente, recordar, apreciar, admirar,
honrar y ser cautivados por la esencia de nuestro cónyuge.

En este capítulo se analizará la importancia que tiene el tiempo de calidad en el matrimonio para el
crecimiento del amor e intimidad emocional.
Intimidad es más que dormir en la misma cama o estar casados. La intimidad es el ejercicio
voluntario de querer estar cerca del corazón de la persona amada.

En este capítulo los escritores nos aconsejarán sobre cómo avivar nuestra intimidad sexual al
convertirnos en amantes que dejan de buscar su satisfacción y se concentran en buscar el bienestar
de su cónyuge.

Cuando un matrimonio está constantemente discutiendo por las responsabilidades del hogar, puede
cargar su relación de insatisfacción y fricciones. Los esposos y esposas perciben que es injusta la
repartición de las tareas en el matrimonio.
Los consejos de este capítulo le ayudarán a evitar las discusiones por las tareas domésticas, y a
poner en práctica los principios bíblicos del servicio, la bondad y la justicia.

El amor debe perdurar sobre las crisis: la noticia de una enfermedad, la pérdida de un hijo, la
pérdida del trabajo, o los fracasos financieros. En este capítulo se abordará qué hacer para proteger
a su matrimonio cuando vienen las noticias más duras.
Los matrimonios fuertes reconstruyen la confianza después de una crisis.

Todas las personas, de alguna u otra forma, llevamos alguna cicatriz emocional o algún recuerdo
doloroso. El secreto para amar bien es sanar todas estas heridas emocionales y ser transformados
por Dios; solamente entonces podremos verdaderamente servir a nuestro cónyuge.

Dios nos creó para el compañerismo, para unirnos en relaciones que nos hicieran bien. Los cónyuges
necesitan una comunidad que los acompañen en el camino de su vida. Necesitan un sistema de
apoyo y ser de aliento para otras parejas también.