Dios es un Dios que marca el ADN de la familia generacionalmente. De la misma forma en la que Dios bendijo a Israel, lo puede hacer con nuestra descendencia a través de nosotros. En esta sesión aprenderemos que, cuando dejamos que las promesas de Dios nos inspiren, nos convertimos en fuente de motivación para la generación que se levanta a partir de nosotros.