Al igual que el Imperio Romano, los gobiernos u organizaciones de hoy pueden centrarse en el poder y creer que sus mensajes son las «buenas noticias». Como cristianos, estamos llamados a proclamar el nombre de Dios en toda la tierra (1 Crónicas 16: 8), pero, ¿cómo haremos eso en medio de los falsos evangelios? Descubra cómo Pablo comunicó las Buenas Nuevas de Cristo a Filipos, una colonia romana que adoraba a dioses falsos. ¿Puedes vivir el mensaje como lo hizo Pablo mientras animaba a la iglesia en Filipos a considerarse una colonia del cielo? Considere su ciudadanía, y el mensaje que transmite al mundo, a medida que se adentra en la cultura de los antiguos Filipos, Salónica y Delfos.