Emily perdió a su padre cuando era una bebé. Y aunque en realidad no recuerda mucho sobre él, sabe que lo amaba mucho y lo extraña todos los días. Ella solo desea que su mamá pueda entender eso.
Debilitada por el dolor, la madre de Emily se ha vuelto distante a lo largo de los años, eligiendo ignorar su pasión como escritora creativa y ocuparse en el trabajo para poder olvidarse de su sufrimiento. Pero incluso mientras trataba de aliviar su propio dolor, involuntariamente alejó a Emily.
Un día, Emily es llevada misteriosamente al estudio de su madre, a un cofre escondido, enterrado debajo de una pila de libros. En el interior, Emily encuentra las ilustraciones de su padre y la novela olvidada de su madre.
Pero no es una novela cualquiera. El libro posee poderes mágicos.
Cuando Emily la abre, la lleva a un lugar místico llamado Faunutland. Allí, conoce a un hada llamada Nightinglar y a una amable bestia llamada Belorac. Sus nuevos amigos están encantados, y Emily es la única persona que tiene la capacidad de salvar a Faunutland de una bruja malvada que ha usado el miedo para traer oscuridad a la tierra.
Si se quiere salvar Faunutland, se necesitará la inocencia y la valentía de un niño pequeño para mostrarle a todo el mundo que incluso la cosa más insignificante puede hacer una gran diferencia.
ELEMENTOS POSITIVOS
Emily es una niña valiente, amable y decidida que perdona a su madre y se acerca a ella cuando está sufriendo. También ayuda a la gente de Faunutland y enfrenta sus miedos de frente.
El hada Nightinglar le enseña a Emily algunas lecciones importantes: la verdadera “magia” es la valentía, el valor y la bondad dentro del corazón; lo más insignificante puede marcar la diferencia; la imaginación y la creatividad son vitales para la vida; todo es posible con compasión, amor y valor.
La amable niñera de Emily la cuida y la anima cuando se siente sola. [Advertencia de spoiler] Emily y su madre restablecen su relación, y Faunutland y su gente se salvan.
CONTENIDO ESPIRITUAL
Emily encuentra un cofre escondido que contiene poderes mágicos secretos, un cofre que su madre le oculta intencionalmente. Estos mismos poderes la convocan al mundo místico de Faunutland y la ayudan en su viaje mientras está allí.
Emily, junto con un hada llamada Nightinglar y una bestia llamada Belorac, luchan contra una bruja malvada en Faunutland y sus fuerzas del mal. La bruja se alimenta de los miedos de la gente de Faunutland, y una niebla oscura (de su creación) aumenta cuanto más aumenta el miedo de la gente. Esta niebla también es responsable de convertir a los niños inocentes de Faunutland en adultos que provocan miedo.
Belorac piensa que Emily podría ser un “demonio” cuando la conoce por primera vez. A Emily se le dice que ciertos monstruos se despiertan solo cuando sienten miedo. Un hombre mira al cielo y dice: “Gracias, señor de las flores”.
CONTENIDO SEXUAL
Ninguno aparte de la madre de Emily que coquetea brevemente con un hombre.
CONTENIDO VIOLENTO
Nightinglar le cuenta a Emily sobre los peligros en el actual País de las Faunas, principalmente que hay criaturas en el bosque que podrían dañarla por la noche. Partes de Faunutland se reducen a cenizas.
Escuchamos que el padre de Emily falleció cuando ella era joven.
LENGUAJE VULGAR
Ninguno.
CONTENIDO CON ALCOHOL O DROGAS
Ninguno.
CONCLUSIÓN
Emily y el viaje mágico es una fantástica película para niños sobre la valentía y el poder de una niña. La historia se centra en cómo Emily restaura la juventud y la inocencia del mágico Faunutland, mientras supera sus propios miedos y las mentiras que creía sobre sí misma.
Hay una sorprendente cantidad de escenas de miedo aquí para los espectadores más pequeños, como una mezcla entre un inocente Laberinto del fauno y La historia interminable. Y la historia del padre fallecido de Emily es algo que los padres querrán vigilar, ya que podría afectar a los niños que han sufrido la pérdida de sus seres queridos.
Pero en esencia, esta película les recuerda a los adultos que todos fuimos hechos para ser creativos, amables y valientes, como nuestros hijos. Y las mismas maravillosas cualidades que observamos en nuestros pequeños son también las que debemos aferrarnos a nosotros mismos.
Crítico: Kristin Smith (traducido por María C. Chacón León)