“No nos arrinconen”, dijo el almirante japonés Isoroku Yamamoto al comandante Edwin T. Layton, agregado naval asistente de la embajada de los Estados Unidos en Tokio, en 1937. “Deben darnos la oportunidad de triunfar a aquellos de nosotros que somos más razonables.”
Lamentablemente, la moderada súplica de Yamamoto no es escuchada por los líderes en su propio país. El diálogo y la diplomacia se desvanecen como cenizas en el viento en medio de la creciente agresión regional. Y la temible máquina militar de Japón comienza su brutal marcha por Asia y el Pacífico.
Cuatro años después, esa agresión estalla inesperadamente en Pearl Harbor. Mientras los marineros estadounidenses instalan sillas para un servicio de capilla en la cubierta del USS Arizona, una somnolienta mañana de diciembre, los Cazas japoneses rugen, bombardean y torpedean el orgullo de la flota del Pacífico de los Estados Unidos. El ataque sorpresa, uno que Layton, ahora jefe de inteligencia de Pearl había advertido trágicamente que podría venir, destruye la flota anclada allí. El ataque tiene un precio terrible: casi 2.500 estadounidenses muertos. Cinco acorazados hundidos. Trece más destruidos o dañados.
Parece un golpe paralizante.
Pero Yamamoto, ahora al mando de la flota combinada japonesa, se inquieta y echa humo. A pesar del aparente éxito de la emboscada, el almirante Chuichi Nagumo falló en un aspecto clave: encontrar y destruir portaaviones estadounidenses en el mar como se le había ordenado hacer. El poder de los Estados Unidos ha sido disminuido, sí…pero no su capacidad de pelear con sus portaaviones contra los japoneses. “Me temo que todo lo que hemos hecho es despertar a un gigante dormido y llenarlo de una resolución terrible”, dice.
Las palabras de Yamamoto serán proféticas.
Layton, ahora informando al recién instalado comandante del Pacífico Chester Nimitz, cree que los japoneses están organizando sus fuerzas para un golpe de gracia, uno que dejará el Pacífico indefenso y la costa oeste de los Estados Unidos vulnerable a la invasión.
¿Pero dónde?
Un equipo de los mejores descifradores de códigos estadounidenses ha interceptado suficientes pruebas para convencer a Layton de que el golpe será en Midway. Layton incluso piensa que puede identificar la fecha y la hora de ese ataque. Washington piensa lo contrario. Pero Nimitz confía en su hombre de inteligencia y su equipo poco ortodoxo de descifradores de códigos.
Y así, Nimitz y Layton, junto con el almirante Bill Halsey y otros altos mandos de la Armada, en silencio, metódica y desesperadamente, pusieron una trampa para la Armada japonesa en ese punto arenoso de otro modo insignificante en el medio del Pacífico.
¿Pero podrán lograrlo? ¿podrán lograr la victoria que cambiará el rumbo?
El éxito dependerá del elemento sorpresa, la habilidad y la suerte.
Ah, y portaaviones.
Pero, sobre todo, el éxito en Midway dependerá de la valentía de un pequeño grupo de pilotos experimentados pero maltratados cuya determinación de pagar la infamia de Pearl Harbor los llena de la temida “terrible resolución” de la cual Yamamoto habló.
Elementos Positivos
La batalla de Midway comenzó el 4 de junio de 1942 y duró tres días. De hecho, fue el punto de inflexión decisivo en la competencia por el Pacífico. La victoria final de los estadounidenses depende de un hilo muy delgado, y en última instancia se logra mediante una combinación de resolución, ingenio, intuición y, sobre todo, valor.
Gran parte de la historia gira en torno a los esfuerzos de dos hombres: los intentos de Edwin Layton de descifrar la intención de Yamamoto (y convencer a los líderes de esa información); y el valor atrevido y desafiante de la muerte de un piloto de cazabombardero llamado Dick Best (y los hombres que vuelan con él).
Layton ha cultivado un equipo de descifradores de códigos en cuyo trabajo confía completamente. Pero la tarea de descifrar códigos, como vemos aquí, es tanto arte como ciencia, ya que sólo pueden descifrar alrededor del 25% del tráfico de comunicación japonés codificado que interceptan. Layton y su equipo juntan su mejor conjetura sobre la intención de Yamamoto. Pero es una suposición, y los oficiales de inteligencia de Washington (que trabajan con la misma información) interpretan la información incompleta de manera diferente.
Layton lucha ferozmente por su interpretación de los datos. Le persigue la idea de que era el culpable de Pearl Harbor, porque no siguió su presentimiento (basado, nuevamente, en datos de inteligencia) de que el ataque estaba por venir. Está decidido a no repetir ese error, y Nimitz respalda completamente a su hombre, a pesar de la presión de Washington de hacer lo contrario.
Mientras tanto, la tarea de Dick Best es más simple y mucho más difícil: lanzar bombas sobre barcos japoneses. Best ayuda a convencer a la Armada de que los nuevos torpedos (lanzados por los cazas) no funcionan de manera efectiva. Eso obliga a volver a tácticas de bombardeo mucho más arriesgadas, en las que los cazabombarderos vuelan casi directamente sobre sus objetivos de portaaviones, contra una tormenta de defensa contra incendios antiaéreos, para liberar su carga explosiva en el último momento posible. Es un trabajo que se cobra la vida de muchos pilotos y sus artilleros de los asientos traseros. Pero Best y su tripulación están a la altura de la tarea.
Best trabaja para convencer a un piloto lleno de miedo para que siga volando. [Advertencia de spoiler] Cuando ese piloto muere en un despegue fallido de un portaaviones, Best lidia con culpa por haber alentado al hombre a volver a la cabina.
Otra subtrama involucra el famoso bombardeo del piloto Jimmy Doolittle en Tokio. Los hombres que lo vuelan saben que no pueden llevar suficiente combustible para regresar a los transportistas, y debaten incluso si podrán llegar al territorio chino desocupado antes de quedarse sin combustible.
La valentía de los pilotos de primera línea aquí se ve aumentada por el pensamiento a veces poco ortodoxo de los líderes que traman la estrategia de los estadounidenses. Están dispuestos a correr riesgos audaces para tener éxito, mientras que los líderes japoneses se muestran rígidos e inflexibles en términos de escuchar las ideas innovadoras de los oficiales subalternos, ideas que habrían evitado la trampa estadounidense en Midway. Y aunque los generales no son necesariamente conocidos por su humildad, tanto Nimitz como Halsey tienen esa calidad y están dispuestos a escuchar y no simplemente por defecto a la sabiduría convencional.
Cuando el portaaviones Yorktown sufre graves daños en la Batalla del Mar de Coral, a Nimitz se le dice que tomará al menos dos semanas volver a estar en condiciones de navegar en dique seco en Pearl. Nimitz responde que tienen 72 horas para hacerlo realidad … y lo hacen.
A lo largo de la película, los estadounidenses ejercen valentía y coraje frente al fuego enemigo fulminante. Un estadounidense capturado se niega valientemente a divulgar cualquier información a sus captores japoneses. También obtenemos pequeños vislumbres de la vida de las esposas de la Marina estacionadas en Pearl Harbor, ya que estas soportan estoicamente la carga de los riesgos que corren sus esposos. Tanto la esposa de Dick Best, Ann, como la esposa de Edwin Layton, Dagne, hacen todo lo posible para alentar y apoyar a sus esposos.
Contenido Espiritual
Un marinero que dice que no cree en Dios se queja de tener que colocar sillas en la cubierta del USS Arizona para un servicio de capilla.
Escuchamos dos exclamaciones sinceras de “¡Gracias a Dios!” Y otra de “Dios los bendiga”. Se dice que un piloto es el padrino de la hija de otro. El emperador japonés se conoce como un “soberano celestial”.
Reflexionando sobre la incertidumbre de la vida y la muerte, un marinero le dice a otro: “Nunca sabes lo que te va a atrapar, entonces, ¿por qué preocuparte?”
Contenido Sexual
Vemos a Ann Best y Dagne Layton en camisones. Dick y Ann se acurrucan en la cama juntos, pero las cosas nunca van más allá de eso en la pantalla. Las parejas casadas se muestran besándose un par de veces.
Escuchamos una referencia sarcástica a un piloto que tiene una reputación de “perseguir mujeres por sexo”.
Contenido Violento
Midway es una película de guerra. Como tal, vemos muchas imágenes intensas que involucran el combate naval y las bajas que reclama.
Los combatientes japoneses disparan a los marineros vulnerables en Pearl Harbor. Las explosiones y el fuego desgarran barcos y matan a muchos hombres. (Vemos varios cadáveres completamente carbonizados en una enfermería naval). Varios hombres experimentan quemaduras terribles.Algunos pilotos son asesinados a tiros en sus aviones. Decenas de personas salen disparadas desde cielo, sus aviones incinerados por artillería o bombardeados por balas. Los aviones heridos que no explotan directamente a menudo se sumergen en el océano más o menos intactos. (Una tripulación logra escapar en una balsa salvavidas). Después del ataque a Pearl Harbor, un ordenanza dice que han estado cargando partes de cuerpos en fundas de almohada.
Múltiples naves son bombardeadas, torpedeadas y llenas de agujeros de bala, explotando espectacularmente. Un almirante japonés decide hundirse con su nave, y un oficial subalterno insiste en ir con él.
Pilotos japoneses también disparan y bombardean aldeas en la China continental ocupada. En retribución por la incursión de Jimmy Doolittle, se nos dice que los japoneses mataron a unos 250,000 chinos de la región donde Doolittle y sus hombres salieron. Vemos montones de cadáveres chinos podridos en una cabaña del pueblo.
Los japoneses también ejecutan brutalmente a un piloto estadounidense capturado al empujarlo hacia el océano, luego arrojan un ancla detrás de él que está atada a su pierna y lo arrastran a una tumba acuática.
El contenedor de oxígeno de un piloto está contaminado con una sustancia química que destruye sus pulmones y le hace toser sangre.
Lenguaje Vulgar
Una palabra f en inglés, cinco palabras mierd-. El nombre de Dios se combina con “maldición” media docena de veces. El nombre de Jesús se usa mal dos veces. Escuchamos acerca de 15 usos de “demonios” y 10 más o menos de “maldito”. Los marineros escupen enojados la vulgaridad “b – tardo” cinco o seis veces. Escuchamos de uno a tres usos cada uno de “cul-“, “imbécil”e “hijo de put-“. Un estadounidense llama a un japonés “pequeño cabrón”.
Contenido con Alcohol o Drogas
Los marineros fuman continuamente durante toda la película. Varias escenas involucran a marineros y esposas que toman bebidas alcohólicas en el club de oficiales de Pearl Harbor, en las playas y en otros entornos sociales. Un marinero bebe de un frasco.
En un servicio conmemorativo para un compañero caído, los marineros estadounidenses recuerdan con cariño las hazañas de beber cerveza en Canadá durante la Prohibición. (Los marineros levantan tragos en su memoria).
Un almirante se muestra tomando medicamentos recetados.
Conclusión
“Este es nuestro trabajo. Y nosotros somos los que tenemos que mantener el fuerte hasta que llegue la caballería “.
Esa es la charla que Dick Best le da a un piloto petrificado antes de que comience la batalla final en Midway. Y también es un excelente resumen de la valentía sin sentido exhibida por los marineros y pilotos cuyas historias se tejen heroicamente aquí. Estos hombres tenían un trabajo que hacer. Y lo hicieron, valientemente, de buena gana. Fue un trabajo que les costó la vida a 307 de ellos.
Pero su sacrificio, representado conmovedoramente por el director Roland Emmerich (Día de la Independencia), cambió la situación en el Pacífico. Fue el principio del fin para la Armada japonesa. Representaba al gigante despertado de las pesadillas de Yamamoto.
Midway es una película profundamente inspiradora. Sin embargo, también es una película de guerra, con todo el contenido que viene con ella. Muchos hombres mueren. Y recordamos de dónde viene la frase “habla tan vulgar como un marinero”, porque aquí también hay mucho lenguaje.
Es posible que algunos espectadores no quieran soportar el asalto verbal que acompaña al visual aquí. Pero aquellos que elijan sentarse a través de esta dramatización de la mayor batalla naval en la historia de los Estados Unidos recordarán profundamente el costo de asegurar las libertades que los estadounidenses y muchas otras personas en todo el mundo aprecian.
Traducido por María C. Chacón León
