(Adaptación del Libro Hijos Exitosos)
Hace algún tiempo Esteban, mi hijo menor, me sorprendió a sus 24 años. Estaba haciendo planes para casarse, y decidió comprar su apartamento. Él pudo haber pensado antes en un auto más nuevo o en una la luna de miel más costosa. Pero no; él decidió que deseaba llevar a su esposa a la casa que estaba comprando y que había pensado para sus hijos.
Para esto, había ahorrado, y nos presentó el plan que tenía para comprarla. Terminamos ilusionados con él y decidimos respaldarle. Esteban y Daniel tienen paz financiera, porque saben que solo pueden comprar de contado, conocen el principio del ahorro y tienen un corazón agradecido.
Una de las lecciones de vida más importantes que debemos enseñar a nuestros hijos es cómo vivir con paz financiera. La falta de paz financiera en el hogar va a traer problemas serios. Una mala administración del dinero trae tensión entre nosotros, angustia, depresión, y desesperación. Los problemas en el área financiera pueden llevar a la familia a un viaje de dolor interminable, y a meter a nuestros hijos en problemas. Por eso, uno tiene que aprender a resolver y a tener finanzas saludables.
La obligación de enseñar a los hijos sobre finanzas recae en los padres, y en aquellos que están como responsables del hogar. Nos toca a nosotros enseñarles los principios fundamentales para tener paz financiera, tales como:
- Vivir dentro del presupuesto:
- No gastar más de lo que debemos;
- Mantener nuestra ambición controlada para tener un espíritu lleno de contentamiento;
- No asumir deudas que van a comprometer nuestra paz financiera
- Nunca salir fiador de nadie.
- Acostumbrarse a no comprar a crédito, sino a comprar de contado. Esto implica una disciplina de ahorro primero, para poder llegar a obtener las cosas después.
Enséñeles a administrar
A mis hijos primero les enseñé los principios de una sana administración financiera. Ellos tenían derecho a una mesada y les enseñamos cómo manejarla. Les enseñamos a ofrendar, a diezmar, a ser generosos con el necesitado, y a tener contentamiento. Para mí eso era lo más importante; que ellos tuvieran contentamiento y gratitud por lo que Dios nos daba.
Enséñelos a ahorrar
Estimule a que sus hijos ahorren para comprar las cosas. Por ejemplo, Daniel quería una batería en su preadolescencia y le dijimos: “debes ahorrar”. Entonces él ahorró por un año, le enseñamos cómo hacerlo. Le enseñamos a hacer algunos trabajos extra para que él ganara más dinero, y fue maravilloso verlo ahorrar. Él valoró la batería, y cuando ya se le pasó la fiebre de la batería, en lugar de desecharla, la vendió, ¿por qué? Porque sabía cuánto costaba. Duró un año para ahorrar y comprar su batería, y esto le enseñó cómo se obtienen las cosas: con buen ahorro, con iniciativa, con creatividad y con trabajo.
Enséñeles a postergar sus deseos
Les enseñamos a manejar la ambición; que nunca la ambición les robara la paz de su espíritu. También les enseñamos a esperar por lo que ellos querían. Cuando ellos querían algo, como un juego electrónico o un celular, les enseñamos a ahorrar para que ellos pudieran valorar más las cosas y aprendieran a esperar el tiempo necesario. Sobre todo, les enseñamos a compartir con los demás, y a no caer en la trampa del amor al dinero.
Enséñeles a depender de Dios
Yo puedo ver en ellos deseos de superación, por ejemplo, deseos de tener su casa bonita o querer tener un auto; pero nunca los veo con una ambición que los lleva a comprometer su paz financiera. Han aprendido a vivir dentro de su presupuesto, y los enseñamos a confiar en Dios. Desde que ellos eran niños les enseñamos que todo lo que tenemos y lo que vivimos es un regalo de Dios. Por ejemplo, si alguien nos invitaba a unas vacaciones a algún hotel hermoso, nosotros les hacíamos conciencia. No es porque lo merecemos; esto es un regalo de Dios.
Ellos siempre han visto que lo que tenemos viene de la mano de Dios. Y les enseñamos a tener contentamiento y gratitud.
Enséñeles reglas financieras
Les hemos dicho constantemente: “Nunca salgan fiador de nadie. Nunca presten dinero a nadie. Cuando usted quiera prestar un dinero, pregúntese si puede regalarlo. Si usted puede regalar ese dinero, hágalo. Y si la otra persona se lo quiere pagar, bien. Pero nunca preste dinero a nadie”. Algunas otras reglas financieras:
- Vivir dentro del presupuesto.
- Controlar el gasto.
- Controlar la ambición.
- No asumir deudas.
- Ahorrar para comprar de contado.
- No comprar a crédito.
- Sentir contentamiento y gratitud.
- Tener creatividad para ahorrar e invertir.
- Nunca salir fiador de nadie.
Siga instruyéndose
He conocido a padres que no recibieron buena educación financiera y me preguntan cómo iniciar. Yo les recomiendo que comiencen leyendo un libro de finanzas, y se den la oportunidad de recobrar su paz financiera. Tenga un presupuesto, viva dentro de ese presupuesto. Comience a compartir cómo ha superado las dificultades. Dialogue con sus hijos. Lea buena literatura que le enseñe a tener salud financiera. Hable de las experiencias negativas, comparta su fe con sus hijos, y enséñeles a que crecer en la dependencia a Dios. Ninguno de nosotros puede justificarse argumentando que nadie nos enseñó. Todos, cuando crecemos, somos responsables 100% de nuestra vida.
Enseñe a sus hijos a ahorrar, se lo agradecerá en el futuro.
*Sixto Porras. Director Regional de Enfoque a la Familia. Autor de los libros: «Amor, Sexo y Noviazgo», «De Regreso a Casa», «Hijos Exitosos», «El Lenguaje del Perdón» y «Cree en ti». Coautor de: «Traigamos a los pródigos de regreso al hogar» y «Meditaciones en Familia». Esposo de Helen, y padre de Daniel y Esteban. Su pasión es ayudar a las familias a mejorar
Hijos Exitosos
“Hijos Exitosos” es un curso que le enseñará a todo padre a guiar a sus hijos con principios y fundamentos que le permitan alcanzar el éxito en el área financiera, emocional, de emprendimiento, familiar y personal. Este curso es impartido por Sixto Porras y está basado en el libro “Hijos Exitosos”.