Amado pastor, amada pastora, hoy damos gracias a Dios por el llamado que Nuestro Señor Jesucristo le hizo a usted para pastorear a su pueblo durante este tiempo tan particular.
No es casualidad que usted esté al frente de la congregación en este momento. A Dios la pandemia no le tomó por sorpresa. Él ya había escogido y llamado a hombres y mujeres llenos de su Espíritu para que le sirvieran liderando, aconsejando, enseñando y pastoreando su iglesia en medio de estas circunstancias. Dios le escogió, y Él no se equivoca.
A la congregación se le invita a tenerle a usted en alta estima y a amarle por el trabajo que hace (1 Tesalonicenses 5.13 NVI). Hoy esta invitación también es suya. Usted debe tener alta estima por sí mismo, y amar el trabajo que hace para Dios y para la Iglesia. El servicio que brinda es precioso a los ojos de Dios. Los ángeles desearían poder hacerlo, pero le fue asignado a usted y no a ellos. Si Dios le escogió para pastorear en este tiempo, Dios le ha dado también todo lo que necesita para poder hacerlo con excelencia, como un servicio de adoración a Su Nombre.
Es por esta razón que hoy le animamos con las palabras de Pablo: “véanse ustedes mismos según la capacidad que Dios les ha dado” (Romanos 12.3 TLA).
Usted ha sido escogido, llamado y capacitado por Dios para…
Liderar con sabiduría
La iglesia requiere líderes sabios, que ven con los ojos del corazón, que lideran con el temor de Dios. Necesitamos pastores y pastoras con discernimiento espiritual para guiar al pueblo de Dios.
Aconsejar y consolar
El Espíritu Santo en usted le capacita para brindar consejo oportuno en medio de la crisis, la enfermedad y el dolor de la pérdida de seres queridos. El consuelo se recibe por medio de la compañía pastoral que ministra la presencia de Dios.
Enseñar con esperanza.
Dios comunica su mensaje de esperanza por medio de usted. La iglesia necesita escucharle. Es momento de enseñar y predicar que Dios sigue siendo bueno a pesar de cualquier calamidad. Él sigue estando en el trono y sigue siendo Soberano.
Pastorear con amor
Pastorear es representar al Gran Pastor en la tierra. Usted tiene el respaldo del Pastor de Pastores para hacer su tarea. Permita que Dios le use para mostrar su amor incondicional. Muéstrelo con valentía y con el poder que solo Dios sabe mostrar.
Parafraseo las palabras que le fueron dadas a una joven reina hace muchos años (Ester 4.12 TLA): “Yo creo que has llegado a ser pastor y pastora para ayudar a tu pueblo en este momento”. Cuentas con el favor de Dios y con nuestras oraciones. Gracias de corazón por su servicio a Dios y a la Iglesia.
Jason Cordero
Para James y Milena, Ricardo y Guiselle, Serafín y Alba
Y para todos aquellos que gozan de ser llamados pastor o pastora en Latinoamérica.

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