Por Michelle Habel
Perdonar demasiado pronto a una persona adicta a la pornografía puede ser un obstáculo para la restauración porque evade el problema. Reconocer las emociones asociadas a la traición con valentía, es necesario para el verdadero proceso del perdón.
David acababa de llegar a Afganistán para una misión de cuatro meses, cuando recibió una llamada urgente de su esposa Karen, quien estaba en su sexto mes de embarazo. Ella había encontrado una copia impresa de un intercambio de correos electrónicos entre su esposo y otra mujer. Cuando finalmente Karen dejó de gritarle, ella le pidió una respuesta. David trató desesperadamente de aclarar la conversación de ese correo electrónico. Karen escuchó y antes de colgar el teléfono le dijo: “eres un mentiroso y tus pertenencias estarán en la entrada cuando llegues a la casa”. David llamó nuevamente a Karen y antes de que ella volviera a colgar, él confesó: “Tienes razón, todo es cierto, tengo un problema y necesito ayuda.” Este fue su primer paso hacia la esperanza y el cambio.
Confesar sus problemas a Karen fue increíblemente difícil. Era un secreto que David había guardado por años. Él tenía 14 años de edad cuando encontró las revistas de su padre en el garaje. Unos años más tarde, comenzó a buscar pornografía en Internet.
David estaba viviendo una doble vida. Era un esposo amoroso para su esposa embarazada y un padre atento para su hijo de dos años de edad. Era un hombre de fe que servía su país a través del servicio militar. Sin embargo, también era un hombre que tenía romances en línea con mujeres y se masturbaba compulsivamente mientras veía pornografía. La vergüenza que sentía era como un peso que lo empujaba hacia abajo. ¿Cómo podría perdonarlo Karen por esto? ¿Cómo se podría perdonar él? ¿Habría algo que realmente pudiera ayudarlo a cambiar?
David y Karen son sólo dos de millones de personas cuyas vidas han sido afectadas por la pornografía. Los cristianos no son inmunes y muy probablemente, alguien que conoces, ya sea hombre o mujer, está batallando con la pornografía. Es un problema complicado que no solo tiene que ver con el sexo, pero hay esperanza de poder recuperarse. Con consejería y esfuerzo, los consumidores pueden superar la adicción y restaurar sus relaciones.
La Magnitud del Problema
Encontrar estadísticas válidas sobre la prevalencia de la pornografía es un reto. Sin embargo, la empresa de filtros en la web “Covenant Eyes” creó el informe “Estadísticas de Pornografía” que contiene algunas de las estadísticas más actualizadas disponibles. Entre las estadísticas más sorprendentes que se publican se encuentran las siguientes: 40 millones de estadounidenses ven pornografía de manera rutinaria; alrededor de una tercera parte de los estadounidenses buscan pornografía al menos una vez al mes; cada segundo, en se gastan más de $3,000 dólares en pornografía. Cincuenta y cinco por ciento de los hombres casados y 25 por ciento de las mujeres casadas informan ver pornografía al menos una vez al mes. Algunos estudios sugieren que más de la mitad de los divorcios son atribuidos, al menos en parte a la pornografía en Internet.
Las personas jóvenes han sido expuestas a la sexualidad en maneras que no habrían sido posibles en generaciones anteriores. La explosión de la disponibilidad del Internet ha hecho más fácil que nunca que los niños se encuentren accidentalmente con material para adultos. Un simple error ortográfico puede abrir una página web con contenido altamente sexualizado. Según “Covenant Eyes” el 93 por ciento de los niños y el 62 por ciento de las niñas son expuestas a la pornografía antes de los 18 años de edad, y el 14% de los niños y el 9% de las niñas están expuestos a la pornografía antes de los 13 años.
Los jóvenes son susceptibles a repetir la exposición a la pornografía por la curiosidad innata. A medida que pasan a una alta exposición y un uso más frecuente de la pornografía, se convierten en adictos. La adicción puede comenzar como una forma de distraerse de las dificultades de la vida; como lo son la presión de pares, el acoso escolar, el abuso físico o sexual, la confusión de género, la ansiedad o la depresión.
Muchos consumidores batallan con un diálogo interno negativo y entienden que algo está mal con ellos. Temen que, si permiten que las personas se acerquen mucho, sean expuestos sus defectos personales y se arriesguen a sentir el rechazo y el dolor. La adicción se convierte en una forma de auto- protección y medicación de esos sentimientos dolorosos. El alivio emocional producto de ver pornografía se desvanece rápidamente, de modo que la persona adicta tiene que alimentar su adicción continuamente para mantener la herida al margen, y cada episodio provoca más vergüenza.
Obteniendo Ayuda
Debido a que la adicción a la pornografía tiene una fuerte atracción emocional, es poco común que se pueda vencer la adicción sin ayuda. Es mejor buscar la ayuda de un consejero certificado, que pueda guiar paso a paso a la persona adicta a la pornografía hacia la restauración.
El primer paso es la confesión, que puede ser un proceso complicado, así que buscar la ayuda de un consejero es esencial. A menos que la persona que falló piense conscientemente en su confesión, puede ser propensa a omitir detalles importantes pensando que son insignificantes o muy extremos. Sin embargo, la información seguramente saldrá a la luz más tarde en el proceso de recuperación y puede causar más desconfianza, y abrir heridas que recién comenzaban a sanar.
Gran parte de la consejería consiste en ayudar a las parejas a aprender a ser transparentes y auténticos el uno con el otro para reconstruir la confianza. Por ejemplo, una de las primeras cosas que hizo el consejero de David y Karen fue animarlos a confesar mutuamente su historial sexual completo y sus pecados para que, una vez que todo estuviera puesto sobre la mesa, ellos pudieran ordenar lo que quedaba de sus vidas. El consejero los ayudó a hablar de asuntos como: “¿Estos detalles te ayudan o te hieren?” y “¿A quién le confiesa el ofensor: a su esposa, su familia o sus hijos?”
Los Efectos del Pasado
Los consejeros también pueden ayudar al ofensor y al ofendido a trabajar con sus historiales familiares, y a aprender cómo sus emociones han sido moldeadas por sus experiencias, en especial por los eventos traumáticos a través de sus vidas. Tanto la consejería individual como familiar son importantes para proveer las mejores oportunidades para restaurar y reconstruir la relación.
Karen escogió recibir consejería y aprendió a comunicarse mejor. Encontró ayuda y sanidad para sus heridas de la niñez que provocaron que ella fuera una persona dominante y crítica. Karen comprendió que sus luchas no fueron las causantes de que David se hiciera adicto a la pornografía, pero ver cómo sus heridas de la niñez la incitaban a reaccionar, la ayudó a crecer también.
La pareja reflexionó sobre sus interacciones negativas y pudieron entenderlas como secuelas de heridas previas o sistemas de creencias. David y Karen descubrieron cómo identificar y compartir sus sentimientos y necesidades entre ellos. También aprendieron a asumir responsabilidad por sus propias necesidades y a emplear medidas auto-calmantes saludables cuando fueran necesarias.
El Proceso del Perdón
Debido a que el proceso del perdón es a menudo mal entendido, es otro gran problema para las parejas cuya relación ha sido afectada por la pornografía. El perdón no es lo mismo que negar, justificar, olvidar o minimizar la conducta hiriente. Algunas personas piensan que, si escogen perdonar, el dolor de la traición se irá automáticamente, sin embargo, ese no es el caso en la mayoría de las situaciones. Como cristianos, estamos llamados a perdonar, pero esto no remueve las consecuencias de las acciones erróneas. Es más, intentar perdonar demasiado rápido puede dificultar la restauración porque puede ser un intento subconsciente de evitar los problemas.
Reconocer y sentir la herida con valentía y otros sentimientos asociados con la traición son realmente necesarios para un proceso de perdón genuino. En la medida en que las parejas expresen y trabajen con esos sentimientos, el dolor eventualmente comenzará a disminuir.
Apoyo Comunitario
Aunque la consejería es esencial para el proceso de restauración, no es el único medio de ayuda. La persona adicta, en su intento de recuperación total, debe unirse a grupos que provean comprensión, estímulo y rendición de cuentas. Estos grupos son a menudo programas de 12 pasos (o similares) y generalmente ayudan a organizar asociaciones de uno a uno con los participantes.
David se unió a un grupo de ayuda de hombres con adicciones sexuales. Por dos años y medio se reunió semanalmente con su grupo para compartir sus batallas y victorias. El grupo trabajó el programa de 12 pasos para vencer la adicción sexual y ofrecieron la responsabilidad de desafiar cualquier pensamiento o conducta que no beneficie la recuperación. Incluso, a través de fallas ocasionales, David encontró consuelo y aliento para continuar luchando y en este ambiente seguro, fue capaz de honestamente enfrentar y trabajar con sus problemas.
Después de enfocarse y trabajar diligentemente en su recuperación a través de asesoramiento individual, matrimonial y grupal, David comenzó a cortejar nuevamente a Karen. Él estaba indudablemente agradecido de que ella estuviera dispuesta a trabajar en perdonarlo y en aprender a confiar nuevamente en él luego de todas las heridas que le causó. Luego de 15 meses de separación, ella regresó a la casa nuevamente. David y Karen continuaron en consejería matrimonial y él aprendió a ser el esposo que Dios siempre quiso que fuera. Eventualmente, David y Karen desarrollaron una intimidad que ninguno posible. Ahora, ellos continúan creciendo juntos, un día a la vez.
Contacte a un Consejero
Una variedad de problemas pueden alimentar el uso habitual de la pornografía. Entender la necesidad profunda de los individuos afectados por este problema común, es importante. Busque personas bien capacitadas para ayudar. Si usted es una persona casada, busquen ayuda juntos. El cambio es posible. Podemos guiarlo mientras busca referencias y da sus primeros pasos hacia la recuperación. Puede contactarnos al correo [email protected] o agendar una cita con nuestros psicólogos y consejeros. Si se encuentra en Estados Unidos llámenos para una consulta gratuita por teléfono.
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Entrevista ¿Cómo Dejar la Pornografía?
© 2021 Focus on the Family. Todos los derechos reservados. Utilizado con permiso. Publicado originalmente en inglés en focusonthefamily.com.