Un intento de suicidio de un niño, o un adolescente, representa mucho más que un problema médico. Representa a una persona joven en crisis, pidiendo ayuda a gritos.
Soy un médico de emergencias. Y entre las muchas situaciones difíciles que enfrentamos en la sala de emergencias están los intentos de suicidio. Fui formado para estar preparado para las consecuencias médicas de eventos como estos. Puedo atender laceraciones y heridas de bala, sobredosis, lesiones variadas y enfermedades. Después de esto, consulto con los doctores correspondientes para admitir al paciente en cuidados médicos, o para evaluar su salud mental y gestionar su admisión en un hospital psiquiátrico.
Sin embargo, un intento de suicidio, especialmente en un niño o adolescente, representa mucho más que un problema médico. Representa a un joven en crisis; a alguien que está lo suficientemente desesperado para soltar un significativo grito de ayuda. También demuestra un intento igualmente desesperado para acabar de forma permanente con la confusión interna que hay en sus mentes.
Pesares internos
Los padres a menudo se sorprenden de que sus hijos hagan algo tan drástico. Incluso aquellos que saben que sus hijos tienen problemas de salud mental, se pueden sorprender cuando un hijo o hija amada se autolesiona con la intención de quitarse la vida. Y, aun así, es impresionante que nos sorprendamos cuando nuestros hijos, en un mundo complejo y difícil, puedan sufrir de pesares internos.
La Biblia está llena de versículos que hablan sobre la tristeza y los corazones afligidos. El Salmo 34:18 dice: “El Señor está cerca de los quebrantados de corazón, y salva a los de espíritu abatido” (NVI). El hecho de que Dios está cerca de ellos sugiere que el quebrantamiento de su corazón es muy real; tanto para ellos como para Él. Isaías 53:4a nos recuerda a Jesús, diciendo: “Ciertamente Él cargó con nuestras enfermedades y soportó nuestros dolores” (NVI). El Hijo de Dios reconoce nuestras tristezas y pesares. Él no pone límite sobre la edad en la que pueden presentarse.
Razones por las cuales los adolescentes podrían intentar suicidarse
Los chicos son impulsivos
No cabe duda de que los jóvenes son impulsivos y algunas veces pueden hacer cosas muy peligrosas sin pensarlo mucho. No tienen la perspectiva de los años y algunas veces no tienen una comprensión real de la trascendencia de sus acciones. Sin embargo, los padres deben recordar que para que un joven siga adelante con un plan para intentar suicidarse, posiblemente debió tomarle una cantidad significativa de tiempo y una inmensa carga de dolor interno.
Buscan atención
Debido a que esto es verdad, es fácil para los padres o amigos de la familia minimizar un intento de suicidio diciendo que su hijo “solo estaba tratando de llamar la atención”. Lo decimos como si fuera algo insignificante. Sin embargo, como lo señaló mi propia hija adolescente, todos queremos y necesitamos atención. En un mundo lleno de distracciones y problemas, los jóvenes necesitan saber que son lo suficientemente valiosos para “obtener la atención” de aquellos que los aman.
Como para ellos puede ser difícil hablar acerca de su propio dolor, pueden ver en una sobredosis, una laceración o algún otro tipo de intento, una vía efectiva para regresar la atención de sus seres queridos y grupo social hacia sus propios problemas personales.
Dignos de atención
De hecho, somos dignos de atención. La Biblia deja claro que somos dignos de la atención del Dios del universo. Jesucristo, Dios encarnado, dijo en Lucas 19:10 “Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” (NVI). El apóstol Pablo, en Romanos 8:38-39, dijo: “Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor” (NVI).
Estos dos pasajes nos recuerdan de manera poderosa que tenemos la atención de Dios y Él así lo quiso. Dado que los padres están llamados a enseñarles a sus hijos acerca de Dios, debemos darles a esos hijos heridos toda la atención que necesitan en su momento de dolor. Además, también debemos recordarles el valor que tienen para el Padre Celestial.
Haga clic aquí para aprender más acerca de las señales que pueden advertir sobre un intento de suicidio. Recuerde, conocer las señales puede ayudarle a prevenir un intento de suicidio.
¿Cómo abordar una crisis?
Este adolescente en crisis le necesita desesperadamente
Por lo tanto, los padres deben hacer todo lo posible por contener la ira provocada por el intento. Deben comprender que este niño o adolescente en crisis, les necesita desesperadamente; y eso significa que les necesita cuando es descubierto en su intento suicida; les necesita mientras es llevado al hospital; y les necesita durante todo el tiempo que pase en cuidados médicos o siquiátricos y lo que siga después de esto.
Por mi propia experiencia, sé que los padres están aterrorizados y molestos mientras los acompaño en las fases iniciales de estos eventos. Algunas veces preguntan: “¿Qué estabas pensando?” o “¿Por qué hiciste esto?”. Los padres cristianos pueden sentirse obligados a recordarles a sus hijos suicidas que el suicidio es un pecado; y sin duda lo es. Sin embargo, cualquier joven lo suficientemente afligido como para intentar, o aparentar un intento de suicidio, puede no responder inicialmente a ese recordatorio. Lo que se necesita y lo que se seguirá necesitando por algún tiempo, es una simple declaración: “Te amamos y estamos aquí para ti”.
Aborde primero la emergencia
Al principio, habrá alguna especie de examen de conciencia de los padres. Todos intentarán descifrar por qué sucedió el atentado y por qué su hijo lo consideró necesario. Durante ese tiempo, es útil simplemente enfocarse en el evento médico que sucede en ese momento y en la estabilización necesaria. Esto podría incluir el cierre de laceraciones autoinfligidas o el uso de carbón o una sonda para vaciar los contenidos estomacales. En algunas instancias, esto significa abordarlo en una unidad de cuidados intensivos.
Una vez que se ha pasado a través de estos problemas, y “la tormenta haya pasado”, entonces los padres pueden trabajar con sus hijos acompañados por un consejero, sicólogo o siquiatra para discernir qué lo llevó al atentado. Los padres también pueden intentar averiguar hasta qué punto es probable que haya otros intentos y cómo resolver los problemas en cuestión. Ellos también pueden examinar si existe algún otro problema que el niño esté enfrentando (depresión, crisis social, adicción, abuso, “bullying”) que pudo jugar un papel importante en esta situación.
Detenga el juego de la culpa
Otra cosa que puede ocurrir, y más aún en familias donde hay problemas maritales, es la acusación y la culpa. “Él no habría hecho esto si hubieras estado aquí.” O “¡Ella nunca habría hecho esto si las cosas no hubieran sido así!”.
Estas acusaciones no resolverán los problemas que están enfrentando; y no deben ser expresadas en la presencia del niño herido. El niño no necesita que le recuerden nuevamente el caos familiar durante su propia crisis médica y siquiátrica. Es un buen momento para recordar el mandato bíblico de Santiago 1:20: “pues la ira humana no produce la vida justa que Dios quiere” (NVI).
Impacto familiar
Impacto de los hermanos
Un intento de suicidio no solo aflige a los padres y al niño. Los hermanos pueden ser sacudidos por esto y hasta pueden intentar copiar el comportamiento de su hermano o hermana. Ellos también necesitan atención y que se les mantenga a salvo. También necesitarán que se les asegure que hay esperanza para el futuro.
Los hermanos deberían ser informados sobre el tiempo que todo esto puede tomar. Deben saber que, tanto ellos como su hermano o hermana herido, siguen siendo tan amados como siempre. Algunas veces, un hermano puede ser una fuente de consuelo para un niño herido. Ese niño puede hablar con su hermano o hermana cuando no se le hace fácil hacerlo con sus padres.
Impacto de la familia extendida y amigos
Igualmente, abuelos, tías, tíos, primos, amigos y compañeros miembros de la iglesia se enterarán y se sentirán afectados. Pero los padres no deberían sentirse obligados a compartir detalles íntimos. Una declaración en firme como esta puede funcionar: “Nuestro hijo ahora está teniendo algunos problemas personales y apreciamos su preocupación”, es todo lo que los padres necesitan decir a cualquier otra persona durante este tiempo.
No hablar de fracaso
Los padres deberían ofrecerse, tanto como puedan, para participar en el cuidado de la salud mental de sus hijos; por ejemplo, pueden hacerlo asistiendo a consejería con ellos. También pueden asegurarse de que, después de que les den de alta, acudan a las citas y tomen los medicamentos prescritos.
No hay que avergonzarse, ni sentir que ha habido un “fracaso” por parte de los padres o del hijo cuando estas cosas suceden. Además, la recuperación de un intento de suicidio puede tomar mucho tiempo, algunas veces desde el punto de vista médico y a menudo desde la perspectiva de salud mental.
Avanzando hacia la sanación
Dios es fiel y perdona
A los niños y a los adolescentes también se les debería ofrecer el estímulo de la fe si son receptivos. Se les debe recordar una y otra vez el increíble amor de Dios, así como Su perdón. Incluso los chicos con una fe profunda pueden caer en depresión y en el abismo de comportamientos suicidas.
Pero Dios es fiel y nunca los abandonará. Hebreos 4:16 dice: “Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y hallar la gracia que nos ayude en el momento que más la necesitemos” (NVI). Ningún pensamiento o intento de suicidio, por más serio que sea, puede ser suficiente para privar a nadie de la misericordia de Dios.
La sanación puede suceder
Pocas cosas son tan traumáticas para los padres, como el intento de suicidio de sus hijos. Los padres necesitan recordar cuidar a todos los miembros de la familia, así como cuidarse el uno al otro, en amor y sin enojo, ni culpa. Sin embargo, al recordar la necesidad de atención amor y aceptación del niño, la sanidad puede producirse con el tiempo, incluso si no podemos entenderlo todo.
Finalmente, por oscuros que parezcan los días, recuerde las palabras de Proverbios 3:5-6: “Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas’’ (NVI).
Hablando Sobre El Suicidio
Conversar sobre el suicidio no tiene que ser un tabú o un tema complicado. Aprenda con Sixto Porras sobre cómo hablar del suicidio en familia.
© 2021 Focus on the Family. Todos los derechos reservados. Utilizado con permiso. Escrito por el Dr. Edwin Leap y publicado originalmente en inglés en focusonthefamily.com.