Imagine lo que sería ser abruptamente separado de una cultura luego de estar completamente inmerso en ella. ¿Es posible que nuestros hijos se sientan así cuando empiezan a vivir entre las reglas de dos hogares diferentes?
“Pero ¡mamá! En casa de papá no tengo que lavar los platos. No tengo que hacer nada porque Julia hace todo por nosotros”, dijo mi hija con la mano en la cadera.
“Está bien si así es como tu papá quiere dirigir su hogar, pero en nuestra casa todos debemos ayudar”, le contesté.
Esa es una conversación típica en la familia de un niño que fue dividida en dos hogares diferentes, cada uno con diferentes reglas y expectativas.
Imagine que está en un país aprendiendo de su lenguaje y cultura. Después de estar completamente inmerso, usted es separado abruptamente y llevado a otro país donde las normas y los valores son diferentes. Esto es lo que experimentan los hijos cuando van de un hogar a otro. Así como usted necesitaría tiempo para adaptarse, los hijos también lo necesitan.
Le comparto algunas formas que he encontrado útiles para ayudar a los hijos a adaptarse a las reglas de dos hogares diferentes:
Converse sobre las diferencias
Si es posible, converse con el padre de la otra casa, sin que sus hijos escuchen. Procure entender claramente qué es diferente para cada hijo en el otro hogar: las tareas en el hogar, la hora de la cama, las tareas de la escuela, la televisión, la vida social, la vida espiritual, los celulares y la disciplina. Aclare que sus intenciones no son controlar o ser intrusivo, sino entender las diferencias en cada familia para ayudar a sus hijos a ser exitosos en cada hogar.
Aclare las expectativas
A menudo no resulta difícil descubrir qué pudo haber confundido a sus hijos una vez que ha entendido las diferencias entre los dos hogares. Aclare cualquier expectativa poco clara durante las reuniones familiares. Luego, puede dar a conocer las metas, un calendario de eventos y una lista de las tareas para que sus hijos tengan presente la información importante.
Manténgase positivo
Cuando los privilegios o deberes son muy diferentes entre los hogares, no hable negativamente del otro hogar. Puede ser necesario expresarles a sus hijos de forma neutral las diferencias, pero el enfoque más productivo es mantener un tono positivo.
Provea un tiempo de adaptación
Dar a sus hijos un período de transición de 24 horas les da tiempo para ajustarse antes de involucrarse en los ritmos únicos de su hogar.
Provea un mentor
Un adulto de confianza ajeno a la familia puede servir como soporte para sus hijos. Puede ser más fácil hablar de algunas preocupaciones con alguna persona externa objetiva que con un padre. Busque a un mentor que pueda pasar tiempo con sus hijos.
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© 2024 Tammy Daughtry. Utilizado con permiso. Publicado originalmente en inglés en focusonthefamily.com.