¿Está buscando maneras de hacer que sus hijos hagan las tareas del hogar? Ideas para hacer la tarea un poco menos aburrida:
Esponjas con sabor a fruta
Limpiar la bañera puede ser una tarea abrumadora para los niños. Descubrí un truco que ha hecho que la limpieza de la bañera sea divertida y segura para mis pequeños. Tomo una naranja y la corto por la mitad.
Luego esparzo un poco de sal dentro de la fruta y, listo, mis hijos pequeños tienen su propia esponja para sacar la mugre del desagüe de la bañera. Es barato, libre de químicos y deja mi bañera brillando, sin mencionar que el olor es maravilloso.
—Courtney Roberts
Caminar de espaldas
Mis cuatro hijos compartían un baño, pero constantemente había quejas sobre alguien que dejaba una toalla mojada en el piso, pasta de dientes en el lavamanos o ropa sucia amontonada.
Entonces mi esposo tuvo una idea brillante. “Caminen de espaldas cuando salgan del baño”, dijo a nuestros hijos, “y miren lo que han dejado atrás. Luego, regresen y recójanlo, guárdenlo o enjuáguenlo “.
Enseñarles a caminar para atrás al salir del baño, les ayudó a ver mejor su desorden, y les permitió a nuestros hijos salir de una habitación limpia.
—Kathy Nickerson
Fichas de quehaceres
A veces, mi familia decide extender los quehaceres de la casa a lo largo de algunos días, por lo que escribo todas las tareas de limpieza en fichas individuales. Cada trabajo es calificado. Pongo un “1” en trabajos como ordenar la sala de estar, un “2” en tareas como lavar los platos y un “3” en trabajos más complicados como trapear o pasar la aspiradora por el piso.
Cada número va en una pila diferente. También agrego algunas tarjetas divertidas a cada pila, como “Lo siento, roba de nuevo”. Cada mañana, todos sacan una carta de cada pila y deben completar la tarea al final del día. Esto continúa cada día hasta que se usen todas las tarjetas.
—Julie Dearyan
Basura y Tesoro
A mi hijo no le gustaba vaciar los botes de basura en nuestra casa. Y no importaba con qué frecuencia hiciera el trabajo, siempre se olvidaba de algunos contenedores. Así que convertí su tarea semanal en una búsqueda del tesoro.
En un cuadrado marrón de papel cartulina, dibujé un plano simple de nuestra casa, marcando la ubicación de cada bote de basura con una X roja. Cuando llegó el día de la basura, lo desafié a encontrar todas las X en el mapa y recoger el botín. Él no solo revisó todas las habitaciones, sino que también terminó en tiempo récord. A partir de entonces, una vez por semana desenrolla su mapa y se embarca en su aventura de recolección de basura hasta que logre aprender el trabajo de memoria.
—Joanne Roberts
Regueros y niños pequeños
Cuando mi hija estaba aprendiendo a beber de un vaso, hubo muchos regueros. Después de un derrame (que claramente no fue accidental), simplemente le dije: “Lo derramaste; Límpialo.”
Le mostré dónde guardamos los trapos de cocina y la ayudé a limpiar toda el agua del piso. En cada derrame que hubo después de esto, seguí los mismos pasos. Y si yo derramaba algo, también decía: “Hice un reguero. Será mejor que lo limpie”. La repetición fue importante.
Un día, recibimos a unos amigos y alguien derramó una bebida. Mi hijo de 18 meses balbuceó una palabra que sonó como “reguero”. Se dirigió hacia el armario, cogió un trapo y limpió el derrame sin que se lo dijeran.
—Autumn Shaffer
Diversión buena y limpia
Uno de los trabajos de mis hijas es limpiar los armarios y cajones de la cocina. Los regueros de alimentos y el polvo a menudo cubren las superficies visibles, pero no siempre tengo tiempo para limpiar los gabinetes. Así que le doy a cada una de mis hijas un paño de cocina y una pequeña botella de “spray” llena de agua, un poco de vinagre y unas gotas de un aceite esencial. Rocían y limpian a su antojo. Puede que no salga perfecto, pero definitivamente funciona, y se divierten en el proceso.
—Jenny Nanninga
Pequeños Trapeadores
Quise enseñarles a mis pequeños a limpiar los regueros mientras todavía les gustaba imitar mis acciones. Así que les di un trapeador seco para que practicaran pintar objetos imaginarios en el piso. Después de que aprendieron a manejar un trapeador, secretamente hice pequeños derrames de agua en diferentes áreas de la habitación para que pudieran poner en práctica su nueva habilidad. Lo hicieron muy bien, se divirtieron y pronto estaban limpiando regueros reales.
—Allison Struber
Desempolvando por dinero
Dado que desempolvar es mi tarea menos favorita, enseñarles a mis hijas pequeñas a sacudir el polvo resultó un desafío. No quería transmitir mi disgusto por el trabajo, así que traté de encontrar una manera de hacerlo divertido. Convertí la tarea en un juego cuando escondí monedas, en lugares no demasiado obvios, para que pudieran encontrarlas. Las chicas se quedaron con las monedas que encontraron después de completar el polvo de sus áreas asignadas. “¡Es como una búsqueda de huevos de Pascua!” ellas gritaron. Pronto comenzaron a esperar el Día del Polvo.
—Carol Boley
El tarro de tareas
La limpieza de la casa puede ser una tarea complicada, así que se me ocurrió un sistema para ayudar a simplificar el proceso para mis hijos. El día de la limpieza, tomé un pequeño frasco de vidrio para mermelada, y lo llené con paletas de madera etiquetadas con trabajos apropiados para la edad, que demoraran aproximadamente cinco minutos en realizarse. Cada vez que terminaban un trabajo, mis hijos sacaban una nueva paleta con una nueva tarea.
—Cara Grandle
Tareas Musicales
Una de las primeras tareas de las que mi hijo fue responsable fue de pasar la aspiradora por la sala de estar. Le pedí que seleccionara una canción alegre que le gustara. Él eligió “Eres Libre” por Jesús Culture, que dura casi seis minutos.
Cuando llegó el momento de aspirar, puse esta canción y le dije a mi hijo que debía aspirar la sala de estar hasta que la canción se detuviera. Esta fue una excelente manera de asegurarse de que hiciera un trabajo completo.
Hicimos esto con cada uno de nuestros muchachos, asignándoles habitaciones diferentes. Hoy, pasar la aspiradora sigue siendo la tarea más solicitada en nuestro hogar.
—Kim Van Dunk