¿Se siente frustrado o desanimado porque sabe cuál es el propósito que Dios ha revelado para su vida, pero cree que Él está tardándose demasiado en desarrollar Sus planes? Aquí hay tres cosas importantes que debe recordar mientras recorre el camino hacia el propósito que Dios le ha dado.
Cuando tenía 21 años, viví en Londres como estudiante de intercambio en la universidad. Mientras estaba en Inglaterra, me emocionaba subirme al tren, viajar a alguna parte de la ciudad que nunca había visitado y vagar sin ninguna agenda.
Mi compañera de cuarto, por el contrario, planificaba todo. Ella necesitaba saber por qué razón iba a algún lugar, cómo iba a llegar y qué iba a hacer una vez que llegara. Una noche, decidimos ir a un concierto, obviamente mi compañera de cuarto era la encargada de llevarnos hasta ahí, y usó un mapa.
Pero, algo salió mal
Nos perdimos, estuvimos vagando por las calles de Londres por más de 90 minutos sin saber hacia dónde nos dirigíamos. Obviamente, yo tenía mucho deseo de ir al concierto, pero luego pensé: “No hay problema si no llegamos, podemos hacer otra cosa.”
Mi compañera de cuarto, por otro lado, estaba desesperada. Pateó varias veces un poste de cemento en medio de la acera mientras gritaba improperios. Yo estaba casi convencida de que se había roto los dedos de los pies. Finalmente, llegamos al concierto y volvimos a casa con los dedos de sus pies sanos y salvos (afortunadamente).
Es entendible que mi compañera de cuarto esperara que el camino hacia el concierto fuera un viaje en línea recta desde nuestro departamento hasta el lugar, tal como se esperaría que una flecha viajara en línea recta hacia el centro del blanco. Pero nuestro viaje fue más como el de una abeja; de flor en flor, en vueltas y círculos.
Cuando Dios está revelándole fragmentos de su propósito en las diferentes temporadas de su vida recuerde que, aunque Él le haya dicho de qué forma le servirá en el futuro, esto no significa que el cumplimiento de su propósito se producirá en línea recta. Al contrario, puede ser que sienta que va en vueltas y círculos; como si estuviera vagando. Y esto está bien. Dios no desperdiciará ninguna de sus experiencias (Romanos 8:28). Incluso, si algunos de sus “viajes en círculos” parecen no estar relacionados con el llamado de Dios, Él los entretejerá de acuerdo con el propósito que Él tiene para su vida. Tenga la seguridad de que Él sigue controlando y perfeccionando lo que es importante para usted (Salmo 138:8).
José es un ejemplo de lo que significa vagar en círculos. En Génesis, Dios le mostró en sueños que sus hermanos se inclinarían y lo adorarían (Génesis 37: 5-6) Pero esto no fue hasta muchos años después de haber sido vendido por sus hermanos como esclavo, de haber servido a Potifar durante 10 años, de haber sido arrojado a la cárcel durante dos años (después de que la esposa de Potifar lo acusara de haber intentado violarla) y de haberse convertido en el Primer Ministro de Egipto; fue después de todo esto que, finalmente, los hermanos de José hicieron lo que en sus sueños le había sido revelado. Las Escrituras dicen que Dios tenía su mano sobre José, así como la tiene sobre usted.
Si el viaje de José, desde la esclavitud hasta el cumplimiento de sus sueños, no fue en línea recta, ¿por qué esperamos que sea así para nosotros? Pero esto no es tan fácil de aceptar, ¿verdad? A menudo no nos sentimos cómodos vagando; y tal como mi compañera de cuarto, podemos frustrarnos porque queremos ver nuestro propósito cumplido ahora.
Recuerde, cumplir con el propósito que Dios le ha dado es un viaje, no un destino; es un proceso que incluye preparación (y a veces esto se siente como esas paradas que hay en las carreras de autos para cambiar neumáticos y hacer reparaciones) o algunas veces se sienten como desvíos. Pero Dios nunca tiene prisa, siempre tiene el control y es completamente capaz de llevarle a donde sea necesario para completar en usted lo que Él comenzó (Fil. 1:6).
Mientras Dios desarrolla su propósito en usted, puede ser que no solo sienta que está vagando en círculos, sino que también está esperando más de lo que pensó, pero eso no es algo malo.
La espera puede llenarse de anticipación
Hay pocas cosas más dolorosas que esperar que Dios revele nuestro propósito, especialmente si al esperar no tenemos esperanza. Estar esperando a que Dios actúe sin tener esperanza, puede sentirse como una tortura. Pero al poner nuestra confianza en Él, la espera puede sentirse como una alegre anticipación. Isaías 30:18 dice: “Bienaventurados todos los que le esperan”. La palabra “chakah” es parte de la definición de “esperar”, que en el hebreo original del Antiguo Testamento significa esperar a alguien “por sorpresa”, tal como una emboscada. Sólo pensar en esta definición me hace sonreír. Imagínelo.
Esperar a Dios, como en una emboscada, es como cuando un perro lleno de alegría sabe que su amo está llegando a casa; así que se queda en la puerta, listo para saltarle encima en cuanto llegue. Es como cuando una chica cuenta los minutos para que su cita aparezca en el baile de graduación. Es como cuando un niño anticipa la Navidad y cuenta los días para abrir sus regalos. Esperar a que Dios nos muestre a dónde pertenecemos sirviéndole, significa que tenemos esperanza porque sabemos que algo bueno va a suceder, en el tiempo de Dios y a su manera. Cuando la fe reemplaza a la desconfianza, la agonía de la espera puede convertirse en una anticipación llena de esperanza.
Esperar a Dios, como en una emboscada, significa que estoy totalmente convencido de que Él está trabajando detrás de la escena. Si espero de esta forma, permito que mi corazón sueñe con la bondad que será mía después de que mi espera termine. Por el contrario, cuando espero sin creer que mi propósito se hará realidad, mis esperanzas futuras no son esperanza en absoluto, sino desesperación. El resultado final de esperar con fe será siempre una recompensa; pero esperar sin esperanza nos hará caminar hacia el pecado guiados por nuestra incredulidad y alejarnos de los planes de Dios para nuestras vidas
Esperar en Dios como en una emboscada significa que puedo elegir confiar en Él mientras va revelando cada vez más de su plan para mi vida. Quizás tenga que preguntarme a mí misma: “Shana, ¿en qué crees? ¿Crees que Dios está trabajando detrás de telones? ¿Elegirás confiar en que Él revelará la totalidad de su plan perfecto? Si es así, ¡levanta la cabeza, chica! ¡Dios está en camino!”
¿Y qué hay de usted? ¿Está esperando que Cristo revele más de sus planes para su propósito de vida? ¡Levante la cabeza y espere a Dios como en una emboscada! Él está en camino y quiere que usted sepa por qué lo creó.
Mi experiencia personal me ha demostrado que Dios es más que capaz de guiarle hacia su propósito de vida. Incluso sin su ayuda, Él es capaz de guiarlo exactamente a donde necesita ir, su trabajo es permanecer con un corazón dispuesto a lo que Él quiere hacer a través de usted mientras vaga y espera.
Shana Schutte es una escritora independiente, autora y conferenciante que vive en Colorado Springs, Colorado. (www.runtogodministries.org)
Serie
El Llamado de Abraham
Una serie que le inspirará a pensar sobre su propio propósito de vida.
Somos más que una casualidad estadística, nacimos para “ser” alguien que Dios ha diseñado antes de que naciéramos.