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Manos de una mujer encima de una biblia orando

Venciendo el Temor a la Crítica

Quizás desde pequeño, usted siempre ha escuchado lo que alguien le dice que no puede hacer. Quizás su madre le dijo que no podía caminar en medio de la calle, su padre le dijo que no podía andar en una bicicleta sin luces y sus profesores le dijeron que no podía correr por el pasillo.

Durante nuestra vida, hay cientos de personas que no sólo dicen lo que no podemos hacer, sino también lo que no podemos lograr.

“No puedes ser un químico. No eres lo suficientemente analítico”.

“No puedes ser una cantante profesional. No eres lo suficientemente atractiva”. “No hay manera de que llegues a ser maestra. No eres lo suficientemente paciente”.

“¡Debes estar bromeando! ¿Quieres ser la esposa de un pastor? No serás un buen ejemplo a seguir”.

Frecuentemente tenemos miedo de recibir las críticas de otros, y cuando las críticas llegan, lamentablemente nos las tomamos muy en serio. Por esta razón, incluso en la edad adulta, a menudo esperamos que alguien nos diga que está bien “cruzar la calle” para cumplir con el propósito que Dios nos ha dado. Parece que, sin la aprobación de otros, nos da miedo arruinar las cosas, quedar como tontos ante los demás y enfrentar el qué dirán.

Si Dios está con usted, ¿quién puede estar en su contra?

Hace varios años, me di cuenta de que había estado esperando a que alguien me animara a escribir un libro. Pensaba que necesitaba la aprobación de otro escritor más exitoso para empezar a moverme hacia el sueño que Dios había puesto en mi corazón. En el fondo, no quería parecer una tonta. Un día, mientras exploraba por la librería en busca de inspiración de algún escritor experimentado, el Espíritu Santo habló a mi corazón y me dijo: “¿Por qué buscas un líder fuera de ti misma? Escribe lo que te he dado”.

No importa quién es usted, o lo que quiera lograr, el único líder que necesita para avanzar hacia su propósito es el Espíritu Santo. Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra? (Romanos 8:31). Lo que también nos hace preguntarnos: “¿Por qué tenemos tanto miedo a la crítica?”.

Incluso Jesús sabía cuándo debía ignorar las voces pesimistas de aquellos que querían impedir el cumplimiento de su propósito. En Lucas 4:30, las personas de su pueblo natal se enfurecieron cuando Jesús dijo que había sido enviado por Dios. Para destruirlo, lo llevaron fuera de la ciudad hasta la cumbre de una colina para tirarlo por el precipicio. ¿Qué hizo Jesús? Pasó en medio de ellos y siguió su camino.

Debido a que Jesús sabía quién era Él y quién era su Padre, decidió “cruzar la calle” para cumplir con el propósito que Dios le había dado; incluso si nadie más que Dios estuviera de acuerdo.

A veces, la mejor manera de avanzar hacia el propósito de Dios para nosotros es ignorar las evaluaciones y los comentarios negativos y, al igual que Jesús, seguir alegremente nuestro camino.

Tomate y lechuga, arroz y frijoles, miedo a la crítica y autoprotección.

Así como el tomate y la lechuga, el arroz y los frijoles, y la mantequilla de maní y la jalea van juntos, el temor a la crítica y la autoprotección también son una pareja. Si usted le teme a la crítica, le garantizo que también buscará auto-protegerse. Pero pagaremos un precio muy alto si permitimos que el temor a la crítica y la autoprotección entren a nuestra vida y se apoderen de nuestra mente.

¿Se imagina cómo habría sido la vida de Cristo en la tierra si se hubiera auto-protegido y hubiera tenido miedo a ser criticado?

Seguramente, después de haber escuchado las burlas de los grupos políticos, de los ancianos y jóvenes y de los malintencionados fariseos, Jesús habría determinado con quién se asociaría, qué diría en sus últimas horas en la tierra; y, en lugar de mantener su boca cerrada cuando fuera falsamente acusado, se habría defendido. Cuando sus enemigos escupieran en su cara, él habría reaccionado. Cuando le hubiesen dicho sobrenombres, él habría llamado a una legión de ángeles para defenderse. Cuando hubiese sido llevado al Gólgota, habría huido. Y en lugar de dar su vida por todos los que amaba, la redención de la raza humana se habría perdido en su pasión equivocada de autoprotección y temor a la crítica.

Cuando tememos a la crítica y nos auto-protegemos mucho, perdemos el privilegio de ser un regalo para los demás. Su propósito no es sólo acerca de su vida; es acerca de muchas personas que Dios quiere influenciar y ayudar a través de usted. Así que, si lucha con la crítica y la autoprotección, reúnase a solas con Dios y pídale que le dé la fuerza necesaria para avanzar hacia su propósito con fe. Y recuerde, usted está viviendo su vida para recibir la aprobación de Uno solo.

Incluso los santos experimentaron críticas.

A lo largo de la Escritura, los hombres y las mujeres que fueron llamados a hacer algo significativo por Dios experimentaron críticas.

Cuando Moisés condujo a los hijos de Israel por el desierto, clamó a Dios muchas veces porque quienes lo seguían lo culpaban y lo criticaban.

Los vecinos de Noé se rieron y se burlaron de él mientras construía el arca. Pablo fue etiquetado como un fanático, poco impresionante en persona y poco sincero. Cada uno de los discípulos fue criticado y, con la excepción de Juan, todos fueron criticados hasta su muerte.

El punto es el siguiente: Si insistimos en buscar nuestra comodidad evitando la crítica de los demás, no cumpliremos el propósito que Dios tiene para nosotros. Aunque queremos tener el control de nuestra comodidad y ser libres de la crítica, Dios no está interesado en eso. Él está interesado en un estándar más alto de virtud y redención.

Recuerde que esta es una batalla.

En su libro, “La armadura del cristiano”, John MacArthur escribe: “Tienes todos los recursos, el poder y los principios para llevar la vida cristiana… A pesar de que el poder está disponible para seguir los principios divinos, el enemigo quiere impedir cualquier cosa buena que Dios se propone hacer. Él intentará frustrar el propósito divino de Dios para tu vida”.

Como puede ver, una de las principales maneras en que Satanás quiere frustrar su propósito es hacer que usted tenga temor a las críticas. Pero Dios quiere darle el valor que necesita para decir no al temor a la crítica y sí a Él. Isaías 53:4 dice que Jesús fue despreciado, rechazado y no lo estimamos; así que Él conoce muy bien la batalla que se libra contra nosotros a través de las críticas.

La pregunta que surge es la siguiente: ¿Sostendrá la mano de Dios, enfrentará el miedo a la crítica, y avanzará con fe para cumplir con el propósito que Él le ha dado por el bien de los demás y de Cristo?

Él está esperando que esa respuesta sea un “sí”.

Lea más sobre este tema:

Shana Schutte es una escritora y oradora independiente que vive en Colorado Springs, Colorado. (www.runtogodministries.org)

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2020 Focus on the Family. Todos los derechos reservados. Usado con permiso. Escrito por Shana Schutte y publicado en inglés en focuonthefamily.com.

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