Al inicio del matrimonio, los cónyuges generalmente no cuentan con muchas herramientas de comunicación. Conforme las conversaciones se vayan poniendo difíciles, necesitarán mejorar sus herramientas. Aquí hay algunas habilidades básicas que pueden ayudarles.
“¿Podrías traerme algunas manzanas del supermercado por favor?” me preguntó mi esposa Diana en los primeros días de nuestro matrimonio.
Me dirigía al supermercado, y Diana me hizo esta petición cuando estaba por salir de casa. “Claro”, le dije. Poder ayudarla me hizo sentir bien.
Me gustan las manzanas que son un poco agrias, así que compré algunas pequeñas manzanas verdes en oferta. Cuando llegué a casa y le entregué mi regalo, Diana dijo: “Quería manzanas para comer, no para hornear”. Su voz estaba tensa, y llena de frustración. “Solo quería manzanas rojas normales”.
Yo esperaba que ella estuviera agradecida por mi esfuerzo, pero no fue así, y eso me enojó. Pensé: “No me dijo qué tipo de manzanas quería, y yo le di exactamente lo que pidió”.
Desde los primeros días de nuestro matrimonio, nos dimos cuenta de que cada uno traía a la relación una visión propia de la vida y que ninguno de los dos tenía la habilidad de leer la mente del otro. Teníamos que aprender maneras de averiguar lo que el otro estaba pensando.
Generalmente, los recién casados no siempre están completamente equipados para el matrimonio y necesitan ayuda de la comunidad. Por ejemplo, los recién casados usualmente no tienen muebles o utensilios de cocina para equipar una casa, así que los invitados de la boda traen regalos para que puedan comenzar. De la misma manera, los cónyuges no suelen tener muchas herramientas de comunicación cuando inician el matrimonio. Cuando las conversaciones se van poniendo difíciles, necesitan mejores herramientas que las que ya tienen, pero quizás no sepan dónde encontrarlas.
Si en lugar de utensilios de cocina una pareja de casados hiciera una lista de herramientas de comunicación, estas son las seis herramientas que esperaría ver en la lista:
Atención Enfocada
Mientras Diana y yo conducíamos por el centro de la ciudad en un día frío de invierno, tuvimos que subir por un trecho de montaña un poco escabroso en medio de la niebla. Apenas podía ver las líneas blancas delante del coche mientras avanzábamos lentamente, y yo estaba sumamente concentrado mientras conducía. Pero una hora más tarde bajamos por el otro lado y pasamos a un brillante y cálido sol. Me relajé, y en cuestión de minutos estaba soñoliento y distraído.
Esta es una receta para el desastre tanto en la conducción como en el matrimonio. Con el tiempo, podemos dejar de prestar atención a las necesidades de nuestro cónyuge. Podemos dar por sentadas nuestras oportunidades de comunicación, como si esperáramos que el camino sea siempre suave y recto. ¿La solución? Ser intencionales en nuestra conexión:
- Vea a su cónyuge a los ojos cuando hablan.
- Presione “pausa” o “silencio” en el control remoto cuando su cónyuge se acerque. Este hábito es un recordatorio de lo que es más valioso para usted. (Los temas del teléfono móvil se discutirán más adelante.)
- Sea el primero en iniciar las conversaciones sobre esas inquietudes que su cónyuge tiene, en lugar de esperar a que él o ella las plantee.
Expectativas Claras
Cuando analizo un problema a través de mis propios lentes, asumo que mi cónyuge lo ve de la misma manera. Esa es una fuente común de irritación y conflicto porque esa suposición ignora la perspectiva única de su cónyuge. Tenga el hábito de aclarar el significado al principio de cada conversación. De lo contrario, se preguntará por qué su cónyuge trajo a casa el tipo equivocado de manzanas. Haga preguntas como:
- “Así que prefieres unas vacaciones relajantes. ¿Qué significa para ti relajante?”
- “Te irás por un tiempo. ¿Puedes darme un plazo aproximado de cuándo volverás?”
- “Claro, tengo un minuto. Pero si necesitamos más tiempo que ese, ¿podemos conectar en media hora?
Segundas Preguntas
Cuando conversamos, es muy fácil concentrarse en tener una buena respuesta para su cónyuge, en lugar de escuchar para tener una mejor comprensión de lo que él o ella está diciendo. Sin embargo, usted debe desarrollar una curiosidad por lo que hay detrás de lo que está diciendo su cónyuge; la práctica de esto lo unirá más. Si usted primero responde exponiendo sus pensamientos, es a menudo una indicación de que no está enfocado en la otra persona. Pero si simplemente escucha y hace una segunda pregunta para explorar lo que su cónyuge ha dicho, demuestra interés y crea confianza. Simplemente lleve lo que él o ella ha dicho al siguiente nivel:
- “Entonces, ¿qué sentiste cuando tu jefe se llevó el crédito por tu trabajo?”
- “Dijiste que era uno de los mejores libros que has leído. ¿Qué fue lo que más te impactó del libro?”
- “Ese seminario suena muy interesante. ¿Qué te gustaría aprender de él?”
Tecnología Controlada
La tecnología puede ser una herramienta poderosa para tener una comunicación efectiva. Pero, como cualquier herramienta, puede ser mal utilizada. Tener una conversación es difícil cuando alguien se distrae con una pantalla, así que cuando su cónyuge está presente, necesita dirigir su atención hacia él o ella. Pruebe estas ideas para controlar su tecnología:
- Cuando salga a cenar, deje su teléfono en el carro.
- Cuando estén separados, envíe varios mensajes de texto rápidos y divertidos durante el día para que su cónyuge sepa que está pensando en él o ella.
- Quiten el televisor de su dormitorio para que sea un refugio de la tecnología.
Hábitos que Conectan
Un hábito es algo que se hace constantemente a lo largo del tiempo. Uno escoge algo que quiere hacer todos los días (hacer ejercicio, usar el hilo dental, etc.) y luego se agrega una gran X roja en el calendario cada día que se logre. Una vez que vea el hábito de la X en el calendario, no querrá romperlo. Desarrolle hábitos para su matrimonio y regístrelos:
- Dígale “te amo” cada día a su cónyuge.
- Haga su cama cada día
- Ore con su cónyuge todos los días.
Admiración Continua
Cuando fueron novios, lo único que usted podría ver en su cónyuge era la asombrosa persona que es. Después de la boda, se ven cosas que no se notan antes, y uno piensa: “Espera, no me había inscrito para esto”. En realidad, nos volvemos más realistas a medida que aprendemos más sobre la persona con la que nos casamos. Eso es saludable, a menos que veamos sólo lo negativo y perdamos de vista lo asombroso de la persona con la que nos casamos. Todo eso todavía está ahí, pero tenemos que mantenerlo en nuestro radar intencionadamente:
- Cada noche escriba una cosa sobre su cónyuge por la que esté agradecido. Hágalo durante un mes, y luego muéstreselo a él o ella.
- En conversaciones con amigos, nunca hable de las debilidades de su cónyuge. Comparta algo específico que aún le sorprenda de su cónyuge (esto le hará regresar al corazón de su cónyuge)
- Reafirme su relación durante el conflicto: “Ahora mismo, estoy realmente frustrado contigo. Eso no cambia el hecho de que te adoro, y no voy a ir a ninguna parte. Pero sigo frustrado…”
La comunicación es la base para construir relaciones de calidad. Cuanto más valiosa sea la relación, mayor será la necesidad de una comunicación efectiva. Si las herramientas que tiene a mano no funcionan, es hora de encontrar mejores herramientas. ¡Pruebe algunas de estas sugerencias y vea cómo crece su relación!
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