¿Hay alguna manera de superar mi lucha de toda la vida contra la atracción hacia personas del mismo sexo? He intentado resistir, pero parece inevitable que eventualmente actúe de acuerdo a estos sentimientos. ¿Qué debería hacer?
La atracción sexual es un tema complejo.
Los orígenes de los sentimientos sexuales suelen estar profundamente dentro de la psique individual. Creemos que estos se explican mejor en términos de psicología del desarrollo y de desarrollo de rasgos, y que no hay una teoría de «talla única» que pueda dar cuenta de ellos.
A pesar de ello, es factible obtener información sobre algunos de los factores que pueden haber contribuido a la formación de tu pensamiento actual. Hay una variedad de herramientas para ayudar en este proceso, incluyendo: terapia grupal o individual, oración, relaciones saludables, discipulado, lectura y escritura en un diario. Estas herramientas pueden ser útiles para darte libertad de ataduras emocionales y permitirte vivir de acuerdo a tus valores elegidos conscientemente.
Algunas Recomendaciones
Como primer paso, te sugerimos buscar la asistencia de un consejero cristiano capacitado, con una visión bíblica del mundo, alguien experto en temas de atracción hacia personas del mismo sexo, compasivo y comprensivo.
Nos gustaría también motivarte a eliminar la palabra «inevitable» de tu vocabulario. Simplemente no es cierto que debas inevitablemente actuar basado en tus sentimientos de atracción por el mismo sexo, o cualquier atracción particular o impulso por ese motivo. Entendemos que los sentimientos son difíciles, pero no imposibles de controlar. Pueden tomarte por sorpresa y desestabilizarte. Afortunadamente, lo mismo no puede decirse de las acciones. Existe algo llamado dominio propio, y es posible someter tu comportamiento a tu voluntad, independientemente de lo que tus emociones digan. Los hábitos pueden cambiarse. Esto requiere disciplina, determinación y, quizás lo más importante, apoyo de personas comprensivas y sin prejuicios que compartan tus valores. Pero sí, es posible lograrlo.
Puedes afrontar el desafío exitosamente adoptando un enfoque guiado por valores. Comienza tomando tiempo para reflexionar sobre tu sistema de creencias personal y tu compromiso de fe. Pregúntate: “¿Qué es lo más importante para mí? ¿Cuál es la guía de mi vida?” ¿Te consideras cristiano? Si es así, examinarás tus convicciones de fe con gran cuidado y les darás prioridad sobre cualquier otra consideración. Recuerda que nunca es sabio dar más peso a los sentimientos de atracción hacia personas del mismo sexo que a las conclusiones racionales y a las claras enseñanzas bíblicas. Los sentimientos no definen quién eres. Tus creencias, valores y compromisos conscientes sí lo hacen. Además, sostenemos que tu Creador, y lo que Él ha revelado en las Escrituras, es lo más profundamente “verdadero” sobre ti.
Sobre tu identidad
En relación con este último pensamiento, debemos agregar que, desde una perspectiva cristiana, tu identidad es dada e inmutable: de acuerdo a la Biblia, eres una persona, hombre o mujer, creada a imagen de Dios. Obviamente, eres libre de aceptar o rechazar esta idea según te parezca. También puedes elegir autodefinirte o identificarte de la manera que desees.
Pero el punto que estamos tratando de hacer es que no tienes por qué sentirte atrapado en una comprensión particular de tu identidad, simplemente en base a tus sentimientos sexuales o etiquetas arbitrarias, recientemente creadas por otras personas en las últimas décadas de la historia humana. Apaga todo el “ruido” político sobre este tema y examina detenida y cuidadosamente tus opciones. Recuerda que “gay” no es más que una construcción artificial: una palabra que significa lo que otras personas dicen que significa, ni más ni menos. Te animamos a no permitirte quedar atrapado en esa categoría.
También es importante entender que los sentimientos de atracción al mismo sexo no tienen que desaparecer antes de que puedas tomar decisiones razonables en respuesta a ellos. Muchas personas en tu situación encuentran que, a medida que adoptan un enfoque de vida basado en valores, comienzan a crecer en autoestima y amor propio. Algunos comienzan a avanzar en una dirección más positiva simplemente al relacionarse con sus pares, al profundizar su participación en la comunidad de fe, y al desarrollar una red más amplia de relaciones de apoyo (por ejemplo, dentro de un entorno seguro de consejería grupal).
En algunos casos, las personas que siguen este camino experimentan un cambio significativo en sus atracciones sexuales. Esta es una posibilidad muy real, pero es importante saber que no siempre sucede. Cuando ocurre, suele ser de forma gradual y durante un largo periodo de tiempo.
Perspectiva sobre el cambio
Si las cosas no resultan así para ti, no deberías desanimarte. Ten en cuenta que este tipo de cambio no tiene que ser el centro de tu vida, ni siquiera la meta principal del proceso de consejería. Tal cambio no ocurre esforzándote mucho ni centrándote en no tener atracciones hacia el mismo sexo.
Más bien, puede ocurrir al redirigir tu energía hacia otras áreas de la vida, tales como cambiar tu comportamiento, tu relación con Dios y con los demás, tus etiquetas de autoidentidad, tu actitud hacia otros, tus pensamientos y creencias, y tu entendimiento de ti mismo como una persona creada a imagen de un Dios justo y amoroso.
En la mayoría de los casos, este es, sin duda, el plan más útil y productivo. Tu vida eventualmente tomará una forma diferente a medida que cambies tu enfoque de los temas de atracción sexual o de la preocupación por una etiqueta “gay”, y lo centres en nuevos objetivos y un conjunto bien definido de valores personales.
Si crees que podría ayudarte hablar sobre tus inquietudes, y te encuentras en los Estados Unidos, llama a nuestro equipo de consejería para una consulta gratuita al +1 (800) 434-2345. Todos nuestros terapeutas están capacitados y licenciados en el campo de la psicología clínica. Si te encuentras fuera de los Estados Unidos, puedes ver el perfil de nuestros consejeros cristianos de confianza aquí.
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