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una mujer preocupada viendo una balanza

La Verdad Acerca de los Trastornos Alimentarios

Vidas en Desorden

Sara es una chica inteligente y talentosa de una familia cristiana. Ella también es perfeccionista. Cuando era joven, tomó clases de ballet durante cinco años. En la escuela secundaria, participó en otros deportes, y también fue modelo y salvavidas. Estas actividades dirigieron constantemente su atención sobre su cuerpo y su peso, y su perfeccionismo fue activado a toda marcha. Sara comenzó a saltarse las comidas para mantener, lo que ella consideraba, una talla aceptable.  

Al crecer, Tatiana nunca sintió la libertad de ser ella misma. Una profunda necesidad de complacer a la gente hizo que ella se convirtiera, dicho en sus palabras, en “un camaleón que se camuflaba con lo que cualquiera quisiera que ella fuera”. Y al provenir de una familia centrada en alimentos y dietas, aprendió que lo delgado era lo que la gente quería. Comenzó a experimentar con dietas en el primer grado, y cuando estaba en el último año de la escuela secundaria, Tatiana quedó atrapada en la trampa de la anorexia y la bulimia, con una altura de 164 centímetros (5 pies y 4 pulgadas.) bajó 25 kilos (54 libras).   

Lucas participó como luchador durante la escuela secundaria y la universidad. Aunque su entrenador de secundaria nunca lo presionó acerca de la categoría de peso en la que debía competir, cuando llegó a la universidad, la regla era “hacer una categoría de peso en particular o no luchar”. Debido a esta demanda, en una ocasión, Lucas llegó a perder 21 libras en cinco días. Él regularmente ayunaba por varios días antes de las peleas, y luego se atragantaba durante los días posteriores debido a la intensa hambre que experimentaba.   

Los pantalones cortos y los trajes de baño formaban parte del vestuario cotidiano de Karla desde su nacimiento en la costa. Quería un cuerpo delgado para encajar con la atractiva y atlética multitud de amigos con los que salía a la playa. Además de eso, su iglesia era muy legalista y sus padres muy controladores. Aprendió que los mismos hábitos de dieta que la ayudaron a mantenerse delgada, también eran una forma de sentirse en control de al menos una parte de su vida. 

¿Cuál es su historia?

Sara, Tatiana, Lucas y Karla son personas reales que lidiaron con trastornos alimentarios. Sus historias representan a miles de adolescentes que luchan diariamente con su peso y apariencia. A veces, las demandas de un deporte o la presión de los compañeros y la familia alimentan el trastorno. Otras veces, los adolescentes no saben cómo reaccionar ante los cambios físicos que vienen con la adolescencia y entran en pánico, tratando desesperadamente de detener este aumento de peso natural y saludable. Aún otros adolescentes usan la comida y el control de peso para llamar la atención o traer estabilidad a un mundo que parece estar en caos.  

No importa cuáles sean sus raíces, los trastornos alimentarios son peligrosos e dañinos para el cuerpo, las emociones y las relaciones. Si usted o un amigo está luchando con un trastorno alimentario, siga leyendo. Encontrará ayuda y esperanza en información sólida y en las historias de aquellos que han peleado y ganado esta batalla. 

Transtornos de Alimentación: ¿Cuáles son los hechos?

  • Según la Asociación para la lucha contra la Bulimia y la Anorexia (ALUBA) en Argentina, una de cada 10 adolescentes argentinas sufre alguna patología alimentaria. 
  • Según datos de la Organización mundial de la salud (OMS), los trastornos alimenticios son la tercera causa de muerte en adolescentes, solamente después de los accidentes de tránsito y la adicción a las drogas. 
  • En 2017, en México se contabilizaron 20 mil casos nuevos de bulimia y anorexia cada año entre adolescentes, lo que ha representado un aumento del 300 por ciento en los últimos 20 años 

Un trastorno alimentario es una forma poco saludable de utilizar los alimentos para lidiar con el estrés psicológico. Si usted está luchando en esta batalla alimentaria, probablemente esté enfrentando alguno de los siguientes problemas: 

Anorexia nerviosa: la persona intencionalmente muere de hambre. Tiene una visión radicalmente distorsionada de su cuerpo; se ve gorda en un espejo, aun cuando haya bajado peligrosamente de peso o haga ejercicio de forma compulsiva. Si nota estas características en usted, tenga cuidado: la anorexia destruye la salud. Puede desacelerar su ritmo cardiaco, bajar la temperatura corporal y su presión arterial. Su sistema digestivo puede deteriorase. Si es una niña, el ciclo menstrual puede interrumpirse o detenerse por completo. El cabello se cae. Se pierde tejido muscular. La función y el tamaño del cerebro pueden incluso reducirse. Los adolescentes con anorexia a menudo contraen osteoporosis y nunca se recuperan. La anemia y otras anormalidades cardiovasculares también pueden aparecer.  

Bulimia nerviosa: la persona come en exceso (atracones) y luego toma laxantes o se obliga a vomitar (purgar) para deshacerse del exceso de alimentos. Probablemente sienta una culpa extrema después de comer, pero también siente que no puede dejar de comer compulsivamente. La bulimia es tan destructiva como la anorexia. Las complicaciones incluyen caries y erosión de las encías. Los líquidos corporales se desequilibran y pueden provocar ataques cardíacos. Sus glándulas salivales se agrandan y su sistema digestivo se daña. Su esófago puede incluso desgarrarse o romperse. Los músculos (¡incluido el corazón!) se debilitan. Su cuerpo se vuelve deficiente en vitaminas y su sistema nervioso central puede verse afectado. 

Historias Reales 

Yo estaba insatisfecha incluso cuando bajé rápidamente de peso. Mi mente estaba constantemente llena de pensamientos sobre la comida. Las funciones vitales de mi cuerpo se morían de hambre y se apagaban: rara vez usaba el baño, mis cepillos recogían grandes mechones de cabello, la pérdida de mi período mensual golpeó mi femineidad “. Tatiana 

Después de años de llevar una alimentación anoréxica, comencé a desarrollar problemas de salud por falta de nutrición. Siempre estaba cansada y hambrienta. Tenía poca energía. Mi trastorno alimentario cambió al extremo opuesto. Comencé a comer en exceso y luego inmediatamente sentía culpa. Me obligaba a vomitar, con la esperanza de reducir los sentimientos de ansiedad. Mi patrón de atracones y purgas continuó en la universidad. ”- Sara 

Es fácil darse cuenta de que estos trastornos son desastrosos para su salud. Además de destruir su cuerpo, los trastornos alimentarios a menudo causan depresión y confusión, dañan las relaciones con familiares y amigos y producen una sensación de separación de Diosi . ¿Por qué? Si bien la anorexia y la bulimia pueden tener síntomas físicos distintos, enrealidad se trata de heridas emocionales y psicológicas que se manifiestan de manera física. 

¿Cuáles son algunos factores que pueden conducir a un trastorno alimentario? ii 

  • Baja autoestima 
  • Sentirse inadecuado o insuficiente 
  • Ansiedad 
  • Definirse en términos de apariencia 
  • Impotencia y necesidad de control 
  • Dificultad para manejar las emociones 
  • Ansiedad social y problemas con las habilidades sociales 
  • Tendencia hacia el perfeccionismo 

Aunque la presencia de estos problemas en su vida no garantiza que usted desarrolle un trastorno alimentario, sí lo pone en mayor riesgo. No hay una manera infalible de adivinar quién luchará con la anorexia o la bulimia; las personas que desarrollan trastornos alimentarios provienen de cualquier raza, religión o situación económica. Sin embargo, hay algunas señales de advertencia comunes. Si está preocupado por usted o un amigo, haga las siguientes preguntas:  

  • ¿Se siente ansioso o asustado cuando debe hacer un tiempo de comida (desayuno, almuerzo o cena)? 
  • ¿Tiene rituales alimentarios como comer alimentos en secuencia, no permitir que los alimentos se toquen entre sí, comer una variedad muy limitada de alimentos, cortar los alimentos en trozos pequeños o secarlos con servilletas para eliminar la grasa? 
  • ¿Se siente bien o mal dependiendo de cuánto coma, cuánto pese o cuánto haga de ejercicio?
  • ¿Sentirse mal con su peso le hace mantenerse solo y sentirse solo?  
  • ¿Pasa la mayor parte de su tiempo pensando en la cantidad de comida que ha comido o comerá durante el día? 
  • ¿Usa laxantes, píldoras de dieta, ejercicio excesivo o se provoca vomitar para lograr perder peso o sentirse en control de su peso? 
  • ¿Comería más que otros si no se controlara? 
  • ¿A veces se siente fuera de control cuando come? ¿A menudo come más allá del punto de saciedad, o hasta el punto de sentir incomodidad física? 
  • ¿Con frecuencia está deprimido porque se siente gordo o con sobrepeso? 
  • ¿Hace dieta o ayuno (excepto para fines bíblicos) semanalmente o mensualmente? 
  • ¿Sientes que, si pudiera perder peso, podría lograr todos sus otros objetivos? 
  • ¿Restringe su alimentación o come en exceso cuando está estresado o se siente infeliz? 

La raíz del problema 

Si al responder estas preguntas siente como si se mirara en un espejo, es hora de dar un giro de 180 grados. Descubrir estos signos en su propia vida puede ser abrumador. Puede tener la sensación de deslizarse por una pendiente peligrosa sin poder detenerse. Por otro lado, ver estos síntomas en la vida de alguien cercano a usted puede ser confuso. ¿Qué hace que su amigo actúe de esta forma? 

A veces, comprender la fuente del estrés emocional es la mejor manera de comenzar a tratar un trastorno alimentario. Si usted es el que está luchando, este conocimiento puede ayudarlo a ver su dolor de manera más objetiva y combatirlo de una manera más saludable que una alimentación desordenada. Si está viendo a un amigo luchar contra la anorexia o la bulimia, una manera de responder de forma afectuosa y constructiva es comprender de dónde proviene la fuente del estrés emocional. 

El trauma emocional puede provenir de muchas fuentes: desde un rápido desarrollo físico hasta la necesidad de amor y atención. Echemos un vistazo a algunas de las principales tensiones que contribuyen a los trastornos alimentarios. 

¿Qué le está pasando a mi cuerpo? 

Entre sus padres y la clase de biología, probablemente usted esté bastante enterado de los cambios físicos que ocurren durante la adolescencia. Y puede parecer obvio, pero junto con todo este crecimiento y cambios viene un aumento natural de peso. Entre los 11 y 16 años, la mayoría de las niñas crecen de 18 a 22 centrímetros y aumentan de 15 a 22 kilogramos. Y la mayoría de los niños crecen de 25 a 30 centrímetros y aumentan de 18 a 36 kilogramosiii. Aunque esto es perfectamente normal, el aumento repentino de peso asusta a algunos adolescentes, y los lleva a pensar que están “engordando”. 

Historias Reales 

“Me habían advertido que mi cuerpo cambiaría y maduraría durante la adolescencia, pero no tenía idea de que el aumento de peso fuera una parte normal de este proceso. Cuando comencé a aumentar algunas libras, entré en pánico. Me sentía con sobrepeso y anormal, como si mi cuerpo estuviera fuera de control. ”- Sara

Para complicar aún más las cosas, el aumento de peso y el crecimiento en altura no están perfectamente sincronizados, por lo que casi todos pasarán por fases de ser gorditos o torpemente flacos en algún momento durante la adolescencia. En lugar de entrar en pánico por lo que usted ve en el espejo día a día, recuerde que los mejores indicadores de cómo se verá su cuerpo adulto son los factores genéticos dentro de su familia. Así que relájese. Cuide bien su cuerpo. Y sea paciente. Pronto, los altibajos se estabilizarán en un tamaño y una forma adulta más estable.  

Verdad: una mujer que hace dieta antes de los 14 años tiene ocho veces más probabilidades que otras niñas de desarrollar un trastorno alimentario iv.  

Si su familia tiene antecedentes de sobrepeso, es importante que mantenga un equilibrio de alimentación saludable y ejercicio. ¡Pero la palabra clave aquí es equilibrio! Hacer ejercicio compulsivamente puede ser tan poco saludable como la anorexia o la bulimia. Y cada vez que un área de su vida le hace obsesionarse, es una indicación de que algo está mal. 

Compitiendo por ser delgados 

“Los atletas suelen estar entre los más disciplinados y en forma de todas las personas. Desafortunadamente, los estándares rígidos de algunos deportes y las expectativas poco realistas de algunos entrenadores y padres pueden llevar a los atletas jóvenes a practicar hábitos de dieta poco saludables. De hecho, un estudio de 562 atletas encontró que el 58 por ciento de las mujeres y el 38 por ciento de los hombres estaban en riesgo de desarrollar un trastorno alimentario v. Esto es especialmente cierto en los deportes en donde ser pequeño o delgado es una ventaja competitiva. 

Los deportes que presentan el mayor riesgo de desarrollar trastornos alimentarios incluyenvi: 

  • gimnasia 
  • carrera de distancia 
  • patinaje artístico 
  • ballet 
  • lucha libre 
  • carrera de caballos de galope 
  • remo 
  • esquí de fondo 
  • buceo 
  • natación 
  • fisicoculturismo 

Verdad: el sesenta por ciento de las bailarinas y otros atletas cuyos campos requieren estar delgados practican una alimentación y dieta desordenada.vii 

Los atletas masculinos pueden no pasar por la misma angustia emocional que experimentan muchas mujeres con trastornos alimentarios. La identidad y la autoestima de una niña a menudo se vinculan estrechamente con su éxito en perder peso. Para los hombres, un cierto peso puede ser solo un objetivo a cumplir para tener un buen rendimiento atlético. Pero incluso si los hombres no se vuelven psicológicamente adictos a perder peso de la forma en que lo hacen las niñas, deben tener cuidado de no hacer daño permanente a sus cuerpos mediante una dieta poco saludable. 

Historias Reales 

“La mayoría de los luchadores sufren de hambre autoinfligida. He tenido compañeros de equipo que perdieron hasta 27 libras en un corto período de tiempo. Nunca se vio como un trastorno alimentario, y especialmente nunca se etiquetó como anorexia. La mayoría lo ve como un mal necesario y lo considera una parte tan importante del deporte como la práctica y el levantamiento de pesas. … Los síntomas negativos del “peso de corte” son numerosos: retraso en el crecimiento, deterioro muscular, mareos y desmayos. Muchos luchadores se vuelven irritables, amargados y enojados por privar a su cuerpo de comida “. – Lucas 

Sea chico o chica, ser un atleta no causará automáticamente un trastorno alimentario. De hecho, algunos deportes en equipo pueden protegerlos de esto. Pero es necesario ser más cauteloso para no caer en esa trampa. Si elige participar en los “deportes de riesgo” (gimnasia, patinaje artístico, baile, natación sincronizada, lucha libre), rinda cuentas ante una persona madura y objetiva, como un consejero escolar, un líder juvenil o una enfermera escolar. Pídale a este adulto de confianza que le dé su opinión sobre su salud. Los padres, entrenadores y compañeros de equipo pueden estar demasiado cerca de la situación como para ser su única fuente para rendir cuentas.  

Buscando amor 

Algunos adolescentes que caen en un trastorno alimentario tienen la desesperada sensación de que nadie los ama ni los nota. Pueden sentirse descuidados y maltratados, y la comida se convierte en una forma de recuperar el control de sus vidas. A veces, una experiencia traumática o una pérdida es la raíz de su lucha. Otros comienzan a perder peso para verse bien y luego descubren que la rápida pérdida de peso les llama mucho la atención. Entonces, el ciclo continúa: siguen perdiendo peso, incluso cuando saben que no es saludable, solo para atraer más la atención de los padres, médicos o consejeros. Con mayor frecuencia, los adolescentes sienten que si solo pueden alcanzar un cierto tamaño y peso, serán aceptados por quienes los rodean. 

Historias reales 

“Con frecuencia me comparaba con los demás, deseando saber que me aceptaban. Diariamente luché contra la baja autoestima. Como creía que mi valor personal estaba determinado por mis logros y mi apariencia, traté de desarrollar una identidad de importancia a través de medios externos: académicos, liderazgo, deportes, servicio, etc. Pensé que, si cumplía con mis propios altos estándares, lograría ser valiosa para los demás “. – Sara 

“El hambre reflejó y expresó mis necesidades. La comida se convirtió en mucho más que un medio de supervivencia o una forma de mantener el control en mi vida; se convirtió en un símbolo de amor “. – Tatiana 

“Había empezado a dirigirme hacia la anorexia, y dos años después, fui violada. Esa experiencia validó todo el miedo que tenía por no tener control sobre mi vida, no ser respetada y no ser escuchada. Fue el factor decisivo que hizo volverme anoréxica. ”- Karla 

Una sociedad de alta presión 

“En una sociedad donde la delgadez se equipara con el éxito y la felicidad, casi todas las mujeres, hombres y niños estadounidenses han sufrido en algún momento de problemas de peso, forma corporal y autoimagen”. American Anorexia Bulimia Association, Inc: www. aabainc.org. 

¿Por qué tantos adolescentes recurren al control de los alimentos como fuente de estabilidad, atención y aceptación? ¿Por qué la imagen corporal tiene tanto que ver con nuestra autoestima? Si bien no existe una explicación simple, parte de la respuesta es que vivimos en un mundo que le da un valor excesivo a verse bien, ser delgado y mantenerse a la moda. 

¡Pero espere! ¿Quién decide qué tan delgado es lo suficientemente delgado? ¿Y quién establece los estándares de lo que significa “bello”? 

Las personas que determinan los estándares de belleza de la sociedad no han tenido una revelación mágica de lo que es la perfección. Simplemente controlan las industrias de la dieta, el cuidado físico, la moda y los cosméticos. El mensaje que están enviando es “la perfección es posible”, si usas nuestros productos. Y el atractivo sexual se vende, por lo que la televisión y las películas también se benefician al promover las mentiras de que la belleza es igual al éxito, que la perfección es alcanzable y que la delgadez conduce a felicidad. 

Por supuesto, siempre se aseguran de que la perfección esté fuera de nuestro alcance, de modo que sigamos comprando sus cosas sin estar satisfechos. ¿Quiere pruebas? Siga el rastro del dinero: la industria de las dietas recauda $ 33 mil millones al año de personas que creen que “lo delgado está de moda”viii.  Y a mediados de la década de 1990, el número de personas que gastaron dinero en efectivo para la cirugía estética aumentó un 70 por ciento en cuatro añosix. Siempre y cuando estas industrias puedan hacernos creer que se alcanzará la belleza con la próxima compra, nos tendrán justo donde nos quieren. 

Lamentablemente, muchas personas están comprando estas mentiras. Es por eso que el 80 por ciento de las mujeres adultas y, aún más aterrador, el 50 por ciento de las niñas de 9 años dicen que han hecho dietax. ¿Qué sucede cuando la dieta no funciona, o peor, cuando funciona, pero los resultados aún no son satisfactorios? Estas chicas se están preparando para un trastorno alimentario. Se les ha dado una idea poco realista de lo que es bello o incluso normal. Intentaron alcanzar ese ideal y fracasaron. Y cada vez más, están dispuestas a hacer cosas destructivas a sus cuerpos para lograr esa imagen a toda costa. 

¿Que es la belleza? 

Lo que la mayoría de estas chicas no se dan cuenta es que los estándares de belleza física tienen la costumbre de cambiar a medida que pasa el tiempo. Antes del siglo XX, ser “corpulento” o “regordete” (en palabras de hoy, “gordo”) era un signo de riqueza y de tener lo suficiente para comer, por lo que se consideraba deseable y hermoso. Los anuncios de ese período promovieron productos para ayudar a las personas a aumentar de peso. 

 La década de 1950 idealizó a Marilyn Monroe quien, según los estándares de hoy, estaría gorda. Twiggy entró en escena en la década de 1960, glamorizando el aspecto anoréxico por primera vez: medía 5 pies y 8 pulgadas y pesaba 97 libras. Elle McPherson personificó el aspecto fuerte y delgado deseado en la década de 1980. Hoy en día, las modelos profesionales miden 5 pies, 9 pulgadas a 6 pies y pesan de 110 a 118 libras, a pesar de que la mujer promedio mide 5 pies, 4 pulgadas y pesa 142 libras. 

“Siempre pensé que Marilyn Monroe se veía fabulosa, pero yo me mataría si fuera tan gorda”. – Modelo / actriz Elizabeth HurleyJump, mayo de 2000. 

“Ser una estrella de cine es una etiqueta y me parece que no se trata de si eres un buen actor, sino del tamaño de tus senos, el tamaño de tu cuerpo, si has tenido una cirugía estética o un pequeño retoque en tu nariz. Nada de eso me interesa. ”- actriz Kate WinsletABC News Online, 4 de febrero de 1999. 

Dado que los estándares de belleza cambian tan rápidamente, ¿realmente vale la pena nuestro tiempo, esfuerzo y lágrimas para cumplir con ellos? ¡No! Y ciertamente no vale la pena hacer daño permanente a su cuerpo para cumplir con un estándar que probablemente cambiará dentro de una década. 

Historias Reales 

“No diría que la sociedad es donde comenzó mi trastorno, pero diría que me afectó a medida que la lucha continuó. Muchas veces veía la televisión y pensaba que nunca podría ser tan delgada como esas chicas. Al mirar revistas, sentí que siempre estaba en competencia y que nunca podría ganar. A pesar de que era tan flaca o más delgado que las chicas que vi en los anuncios, todavía sentía la presión. Los medios juegan con la mente y aumentan la competencia para cualquier chica”. – Tatiana 

Desenmascarando las mentiras 

Nuestra sociedad basada en la imagen quiere que pensemos que todos deberían tener el mismo ideal de tamaño y forma corporal, independientemente de la predisposición genética. Si creemos en este mito, también comenzaremos a pensar que nuestro valor como persona se basa en lo cerca que estemos de este ideal. Si vamos a cambiar nuestras actitudes sobre la alimentación, el peso y la apariencia, debemos comenzar a reconocer estas ideas como mentiras. 

Para hacer eso, es vital que desarrollemos la habilidad del pensamiento crítico independiente. La cultura desliza las falsedades en nuestras vidas de manera sutil: a través de la televisión, películas, música, revistas y anuncios. Trágicamente, los mensajes falsos a veces son reforzados por nuestras familias y amigos. No importa cuánto sea bombardeado por estas las mentiras, no las compre. 

En cambio, aprenda a separar los mensajes que recibe de la sociedad. Por ejemplo, hable con sus amigos sobre celebridades cuyas vidas son disfuncionales y están llenas de problemas a pesar de tener el cuerpo “perfecto”. Esto puede ayudarle a darse cuenta de que parecer una chica de portada o un chico de póster no resolverá todos sus problemas. 

“Ninguna actriz, modelo o cantante es perfecta. Las estrellas tienen maquilladores y computadoras que los arreglan. Entonces, si eres anoréxico o bulímico, y te estás matando para parecerte a uno de nosotros, date cuenta de que todos tenemos fallas. Eso es lo que nos hace quienes somos “. – TLC’s T-BozYM, mayo de 2000. 

Historias Reales 

“Los trastornos alimenticios son mentiras que forman estas pequeñas y bonitas estructuras dentro de tu cerebro. Tienes que derribar esas estructuras suavemente y reconstruirlas con material sólido: reemplazar las mentiras con la verdad. Y tiene que ser la verdad de Dios “. Karla 

Nada más que la verdad 

Si vamos a comenzar a creer la verdad sobre la apariencia y el peso, tenemos que ir a la Fuente definitiva. ¿Qué tiene que decir nuestro amoroso Padre celestial sobre nuestros cuerpos y nuestra verdadera belleza? Eche un vistazo a estas Escrituras: 

  • • Génesis 1:27 – Fuiste hecho a imagen de Dios. 
  • Salmo 8: en todo el maravilloso universo, Él le da un lugar de honor. 
  • Proverbios 31:30: las apariencias externas no importan tanto como lo que hay dentro.
  • Sofonías 3:17 – ¡El Dios del universo se deleita en USTED! 
  • Romanos 5: 8: Dios le ama lo suficiente como para enviar a su Hijo a morir por usted. 
  • 1 Pedro 3: 3: La forma en la que se ve a sí mismo es lo que realmente le hace bello.  

Vea especialmente el Salmo 139. El autor de ese poema sabía que el cuerpo humano es una de las creaciones más milagrosas de Dios. Agradeció a Dios por formar cuidadosamente nuestros cuerpos, incluso antes del nacimiento, por crearnos a cada uno de nosotros únicos e increíblemente especiales. Si Dios creó nuestros cuerpos, ¡entonces son buenos! 

Historias Reales 

“Parte de mi proceso de curación fue descubrir que quién soy es más importante que mi apariencia o lo que hago. Me di cuenta de mi necesidad de poner más énfasis en mi personaje que en mi imagen. ”- Sara 

Verdad: Tu cuerpo es importante porque Dios lo creó, no porque se vea de cierta manera. 

Una onza de prevención 

Si bien casi todos sufren la influencia de las mentiras de nuestra cultura, no todos responderán desarrollando un trastorno alimentario. Si aún no está en esa trampa, aquí hay algunas maneras prácticas de evitarla: información con viñetas cortesía de Remuda Ranch. 

  • Examine sus actitudes y comportamientos con respecto al peso y la apariencia. 
  • Evite clasificar los alimentos como “buenos” y “malos”. Reconozca los alimentos como combustible para su cuerpo y coma con sensatez. 
  • No evite actividades como la natación o el esquí acuático solo porque llaman la atención sobre su peso y forma. 
  • Haga una lista de todas sus fortalezas: creatividad, inteligencia, compasión, paciencia, bondad, fidelidad, etc. No incluya la apariencia física. Concéntrese en estos dones y talentos que Dios le dio. 
  • Reconozca lo equivocado del mensaje “delgado es lo mejor”, en lugar de intentar ver qué está mal con su cuerpo.  
  • Sea responsable y no discrimine a nadie por su peso o apariencia física. 
  • Participe en actividades y amistades que enriquezcan su autoimagen, niéguese a enfocarse en cosas que enfatizan su apariencia física.  
  • Recuerde que no hay una forma, tamaño y peso corporal ideal.  
  • Comience a aceptarse en todas las circunstancias; evite las dietas y deje de condenarse por su tamaño físico o falta de perfección. 
  • Lo más importante, entregue su cuerpo y corazón a Dios, y reconozca que Dios le creó y le ama sin importar cómo se vea. 

Historias Reales 

“El cuerpo es como una máquina que necesita la combinación correcta de gas y petróleo. Debe mantenerse adecuadamente para operar a su máximo potencial. Los luchadores a menudo intentan engañar al sistema y comer incorrectamente para salir adelante, pero el resultado es un bloqueo del sistema. Un luchador puede honrar mejor a Dios con su cuerpo al estudiar las necesidades específicas de su cuerpo y encontrar la mejor fuente para satisfacer esas necesidades, ayudando al cuerpo a operar con todo su potencial “. – Lucas 

¿Qué pasa si ya estoy luchando? 

Tal vez usted está viviendo una vida con el corazón roto, le cuesta verse a si mismo como la creación atesorada de Dios. Tal vez está cansado de engañar a otros para que crean que todo está bien. ¿La delgadez se ha convertido en un dios? ¿Siente que nadie puede entender sus sentimientos? Dios quiere que descanse en él. Él conoce sus heridas y su deseo de aceptación. Su vida no está escondida de Aquel que le ama y le creó. Deje que lo llame a la obediencia y renueve sus fuerzas mientras medita en la siguiente Escritura: 

“¿Por qué dices …?” Mi camino está oculto 

“¿Por qué murmuras, Jacob? 
    ¿Por qué refunfuñas, Israel: 
«Mi camino está escondido del Señor; 
    mi Dios ignora mi derecho»? 
¿Acaso no lo sabes? 
    ¿Acaso no te has enterado? 
El Señor es el Dios eterno, 
    creador de los confines de la tierra. 
No se cansa ni se fatiga, 
    y su inteligencia es insondable. 

 Él fortalece al cansado 
    y acrecienta las fuerzas del débil. 
Aun los jóvenes se cansan, se fatigan, 
    y los muchachos tropiezan y caen; 
pero los que confían en el Señor 
    renovarán sus fuerzas; 
volarán como las águilas: 
    correrán y no se fatigarán, 
    caminarán y no se cansarán.”
. (Isaías 40: 27-31, NVI) 

Aunque los trastornos alimenticios significan un grave peligro para su vida, hay esperanza. Primero tiene que estar dispuesto a admitir su lucha y pedir ayuda. Muchas personas que sufren de anorexia o bulimia se sienten completamente solas y piensan que decirle a alguien traerá más rechazo y desilusión. Afortunadamente, esto no es cierto, siempre y cuando sepa en quién confiar. Un amigo cercano o un adulto que sea cristiano maduro puede animarle, orar por usted y hacerle responsable de practicar hábitos alimenticios saludables. 

Historias Reales 

“Ser consciente de que tenía un problema fue el primer paso para obtener ayuda. Me di cuenta de que mientras estaba luchando contra esta enfermedad, (porque realmente es una enfermedad) mantenía a las personas a distancia. Tenía que darme cuenta de que tenía una necesidad. Tenía que buscar personas en las que pudiera confiar y permitir que entraran a mi mundo. Y cuanto más confiaba, más le daba a la gente la oportunidad de saber dónde estaba y cómo podían ayudarme. Cuánto más lograba esto, más saludable era y más llena era mi vida, y menos necesidad había de control “. – Karla 

Dependiendo de la gravedad de su situación, se pueden requerir diferentes tipos de asistencia, desde asesoramiento hasta hospitalización. De hecho, según los expertos en trastornos alimentarios: “los trastornos alimentarios son trastornos complejos que requieren tratamiento psicológico, médico y nutricional. Son mejor tratados por un equipo de profesionales bien capacitados y con experiencia en el tratamiento de estos problemas difíciles. Del mismo modo, un fuerte apoyo relacional de la familia y grupos de apoyo intensivos son vitales en el proceso de recuperación”. Eberly y Harken, 19. 

Verdad: puede recuperarse completamente de un trastorno alimentario: cuanto antes reciba ayuda, ¡mayores serán sus posibilidades de recuperación! 

Historias Reales 

“Cuando me enfrenté a la terapia, la idea de huir y esconderme dentro de los muros seguros de la anorexia me abrazó. No sabía qué había más allá de esos muros “. – Tiffany 

Aunque decirle a alguien su secreto puede ser aterrador, ¡no hay mejor momento para obtener ayuda que ahora! Si no sabe a dónde acudir, puede escribir un correo a nuestra plataforma gratuita: [email protected]én puede hacer uso de nuestros servicios de psicología y consejería: www.enfoquealafamilia.com/consejeria 

Solo recuerde, hay una salida, ¡pero debe dar el primer paso! 

Historias Reales 

“Ya no estoy esclavizado a la anorexia y la bulimia. Aún así, necesito entregar mis pensamientos a Dios diariamente, pidiendo verme a través de Sus ojos como una creación única y preciosa “. – Sara 

“Soy un milagro andante. Hace cinco años nunca pensé que podría pasar un día sin pensar en la comida o el peso. Pero ahora paso días sin pensarlo. Por primera vez en mucho tiempo, puedo vivir una vida normal y permitirme la libertad de comer. Hoy más que nada, soy consciente del amor de Dios por mí. También soy consciente de la responsabilidad que tengo por mi vida. He dejado de culpar y he elegido vivir y luchar por lo que está por venir “. – Tatiana 

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