
Consejos prácticos para el noviazgo. Parte IV
Con el amor no se juega, tampoco es cuestión de suerte; el amor no es ciego, el amor piensa, analiza, razona, y tiene capacidad de análisis.

Con el amor no se juega, tampoco es cuestión de suerte; el amor no es ciego, el amor piensa, analiza, razona, y tiene capacidad de análisis.

Con el amor no se juega, tampoco es cuestión de suerte; el amor no es ciego, el amor piensa, analiza, razona, y tiene capacidad de análisis.

Con el amor no se juega, tampoco es cuestión de suerte; el amor no es ciego, el amor piensa, analiza, razona, y tiene capacidad de análisis.

Con el amor no se juega, tampoco es cuestión de suerte; el amor no es ciego, el amor piensa, analiza, razona, y tiene capacidad de análisis.

Siempre he estado convencido de que los adolescentes y jóvenes cuentan con características intrínsecas y fundamentales que, combinadas y puestas en un adecuado curso de

El amor, adem?s de un sentimiento profundo y duradero, implica tambi?n voluntad y decisi?n para estar y permanecer. Es desde esta ?ptica donde se entiende adecuadamente la verdadera y fundamental naturaleza del amor.?

Nada más cierto que el hermoso verso de Rubén Darío para describir la juventud: “Juventud, divino tesoro…”. Una etapa maravillosa de la vida con aportes