Aquí hay varias formas de ayudar a nuestros adolescentes a cambiar el hábito de pensamientos ansiosos, y guiarlos hacia una mentalidad más saludable.
Doris vio como su hija adolescente, Elisa, paseaba por el área de la puerta del aeropuerto. Faltaba una hora para el vuelo de Iowa a California y, hasta el momento, Elisa parecía entusiasmada con las vacaciones familiares. Sin embargo, ahora su ansiedad estaba saliendo a la vista. Elisa se sentó; su respiración era corta y poco profunda. Luego se puso de pie, y caminó un poco más. Doris la miró por un momento. Elisa nunca había tenido miedo de volar, pero últimamente, su hija adolescente se había vuelto cada vez más ansiosa por todo tipo de cosas en su joven vida. Doris necesitaba encontrar maneras de ayudar a su hija adolescente a lidiar con su ansiedad.
Doris puso su brazo alrededor del hombro de Elisa y le dijo: “Tranquila. Demos un paseo a la librería y veamos si podemos encontrar algo irresistible para leer”. La idea de algo que hacer hizo que Elisa dejara de pensar en el próximo vuelo, y su rostro se iluminó al pensar en un nuevo libro que agregaría a su colección. Doris abrazó a su hija mientras caminaban juntas por la terminal. Esta estrategia pudo haber funcionado por esta vez, pero tendría que encontrar otras formas de ayudar a Elisa con su ansiedad de manera continua. Hizo una nota mental de que empezaría a aprender cómo hacerlo tan pronto como abordara el vuelo.
¿Qué es la Ansiedad?
La ansiedad es una preocupación, ya sea por un futuro percibido o por una amenaza imaginada. La palabra ansiedad a menudo se usa como un sinónimo de la palabra miedo; sin embargo, el miedo es una reacción saludable al peligro real y presente. Mientras que el miedo ocurre en tiempo presente, la ansiedad se enfoca en el futuro. La ansiedad pregunta: “¿Qué pasaría si…?” Se enfoca en lo que podría suceder, en lugar de lo que está sucediendo ahora.
No tenemos control sobre algo que no existe, y, dado que el futuro todavía no existe, nuestros adolescentes a menudo se sienten fuera de control cuando especulan sobre lo que podría suceder. Esa sensación de estar fuera de control puede crear ansiedad.
¿Qué es lo que Causa Ansiedad en los Adolescentes?
Algunos adolescentes pueden tener una predisposición a la ansiedad, que puede ser causada por una variedad de factores. Para algunos adolescentes, los factores fisiológicos pueden hacerlos más propensos a la ansiedad. Para otros, puede provenir de un comportamiento aprendido, de padres, hermanos u otras personas que tienen una influencia significativa en sus vidas. Incluso el orden en que nacieron puede influir sobre la ansiedad en nuestros adolescentes; los estudios han demostrado que los niños primogénitos tienden a tener más ansiedad que los hermanos menores. Las influencias culturales también pueden tener un impacto significativo en la predisposición de un adolescente hacia la ansiedad.
Ayudando a los Adolescentes con Ansiedad
En su raíz, la ansiedad es un mal hábito de pensamiento. ¿La buena noticia? ¡Es posible cambiar nuestros hábitos! En Mateo 6:25-34, ¡Jesús nos dice que no estemos ansiosos! Él nos dice que no nos preocupemos por el día de mañana, porque cada día trae su propio afán, y que nos centremos en lo que nos espera cada día.
Aquí hay un par de maneras en que podemos ayudar a nuestros hijos a cambiar el hábito de pensar de forma ansiosa, y lograr guiarlos hacia una mentalidad más saludable al mantenerlos enfocados en el presente.
1. Técnicas De Aterrizar Las Cosas Para Ayudar A Los Adolescentes Con Ansiedad
Es fundamental entrenar el cerebro para que se mantenga en el presente. La ansiedad se centra en “qué pasaría si…” en lugar de “lo que es”. Es sabio estar al tanto de las cosas que sucederán en el futuro y así prepararse para ellas, pero esto es posible hacerlo sin ansiedad. También es esencial que reconozcamos que hay circunstancias de nuestro mundo que están fuera de nuestro control, y entonces las dejemos ir.
Por ejemplo, Susi tiene un examen de biología el viernes. Puede sentirse ansiosa por reprobar el examen o ser consciente de ello y prepararse adecuadamente estudiando. Esos preparativos darán sus frutos en el futuro y son algo que su adolescente puede hacer hoy.
El método 3×5+1
Me senté con los consejeros de Focus on the Family Tim Sanford y Glenn Lutjens para hablar sobre las formas en que los adolescentes pueden superar su ansiedad. Tim me describió una técnica que él llama el método 3×5+1. Cuando su adolescente se sienta ansioso, revise las siguientes preguntas y pídale que las responda en voz alta si es posible.
- Nombra cinco colores que puedas ver en este momento.
- Nombra cinco sonidos que puedas escuchar en este momento. (Su hijo adolescente puede inventar sonidos como por ejemplo hacer ruidos con los labios, aplaudir, etc. para traerlo de regreso al presente).
- Nombra cinco cosas que puedas sentir físicamente en este momento (como el aire del ventilador, tus dedos contra el escritorio, etc.)
Una vez que su adolescente haya respondido estas tres preguntas y nombrado cinco cosas de cada una, hágale una última pregunta:
- ¿Qué es lo que necesitas estar pensando o haciendo en este momento?
Las tres primeras preguntas de este método ayudarán a que su hijo adolescente se centre en el presente y no en el futuro. Haga la cuarta pregunta una vez que su adolescente haya vuelto a concentrarse en el presente. Esta última pregunta es vital para indicarle al cerebro a dónde ir y cómo pensará en el futuro.
Rutina y Repetición
Nuestros cerebros tardan entre dos y cuatro meses en liberarse de los viejos patrones de pensamiento y aprender otros nuevos. Una forma fundamental de lograr esto es a través de la rutina y la repetición. La repetición reconfigura las vías neuronales de nuestro cerebro y es la forma en la que los seres humanos aprendemos. Por lo tanto, repetir la técnica anterior puede ayudar a sus hijos adolescentes a desarrollar hábitos de pensamiento saludables
Haga que su hijo adolescente realice la técnica 3×5+1 al menos tres veces al día:
1) A primera hora de la mañana
2) En algún momento del día (por ejemplo, en una pausa para el almuerzo)
3) Mientras se preparan para acostarse.
Llevará tiempo establecer esta rutina y ver los resultados del esfuerzo. Sin embargo, a medida que su adolescente siga practicando esta rutina, los pensamientos ansiosos ocurrirán con menos frecuencia.
La Biblia nos dice que llevemos cautivo todo pensamiento (2 Corintios 2:5). No debemos “conformarnos a los patrones del mundo, sino ser transformados por la renovación de nuestra mente” (Romanos 12:2). La ansiedad puede volvernos locos si no estamos siendo intencionales al volver a entrenar nuestros cerebros y dirigirlos en cómo deben pensar. Debemos tomar en serio “la transformación de la mente”.
2. Los Padres Juegan un Papel
Padres, examínense a sí mismos y sus propios niveles de ansiedad. ¿Con qué frecuencia experimentan ansiedad? Si lucha contra la ansiedad, seguir los pasos anteriores con sus hijos puede ser una excelente manera de calmar la ansiedad en usted y ayudar a sus hijos a superarla. Practiquen los métodos anteriores juntos. Descubrirá que no solo le permite superar los pensamientos ansiosos, sino que también ayudará a que usted y su adolescente se vinculen.
Centrarse en el Presente
Además, analice lo que puede estar comunicando consciente o inconscientemente a sus hijos. Recuerde que aunque usted quiere decir algo de una manera, sus hijos pueden interpretar sus palabras de otra forma diferente. Por ejemplo, ¿con qué frecuencia les dice que estén seguros o que usen ropa interior limpia en caso de que tengan un accidente automovilístico? ¿Les pregunta a qué universidad irán, cuál será su plan de estudios y cómo lo pagarán? ¿Los está empujando hacia la excelencia en sus vidas o está alentando el perfeccionismo? ¿Sus preguntas e instrucciones están enfocadas en el futuro en lugar de en lo que su adolescente puede estar haciendo ahora mismo? Si bien algunas de estas conversaciones son vitales para lograr tener y hacer planes, la forma en que los padres las comunican puede aumentar la ansiedad.
Los padres también pueden empeorar la ansiedad al permitir que la ansiedad de sus hijos adolescentes se convierta en un importante foco de atención. Hay una línea entre ser compasivo con ellos y reforzar su ansiedad. Ceder constantemente y mimar a su adolescente cuando experimenta ansiedad solo empeorará las cosas.
Cuando su hijo adolescente esté ansioso, en lugar de decirle: “Todo estará bien”, dígale: “Estás bien en este momento. Asienta con la cabeza, dime que estás bien ahora”. Incluso si reacciona volcando los ojos, su adolescente se ha conectado y regresado al presente.
Actúe con gracia
Asegúrese de que sus hijos sepan que los ama por lo que son en este momento. Asegúrese de que no interpreten el amor que les tiene como algo que pueden lograr solo cuando están menos ansiosos o son “aceptables”.
Recuerden, padres, tengan gracia con ustedes mismos y con sus hijos. Es fácil volverse perfeccionista acerca de ser padre y estresarse cuando las cosas no van tan bien como esperaban. Dese a usted y a sus hijos la gracia de tener esos momentos, pero también de aprender y crecer.
¿Cuándo Seguir una Terapia?
¿Cómo saber cuándo la ansiedad de su adolescente es lo suficientemente grave como para buscar terapia para él? Aquí hay algunas razones por las que puede optar por buscar terapia para su adolescente:
- Cuando usted, como padre, se deja absorber emocionalmente por las ansiedades de su hijo y eso le está afectando.
- Si su adolescente no es tan abierto con usted como padre, y puede optar por ser más abierto con un terapeuta sobre sus pensamientos. A veces, un consejero puede decir cosas que un padre no puede o que su adolescente está más abierto a escuchar.
- Cuando necesite objetividad con su adolescente.
- Si el método 3×5+1 descrito anteriormente no ayuda después de 1 o 2 meses.
- Si hay otros elementos neurológicos, como el trastorno obsesivo compulsivo, que pueden estar alimentando la ansiedad de su hijo.
- Cuando la ansiedad de su adolescente es tan severa que afecta la vida en gran medida, o él o ella está contemplando el suicidio.
Medicamento
La medicación puede ser una forma de ayudar a los adolescentes con ansiedad, si esta es grave. Es importante tener en cuenta que la medicación no “cura” la ansiedad. Los medicamentos para la ansiedad ralentizan el pensamiento de una persona para que su cerebro pueda descubrir cómo establecer nuevos patrones de pensamiento y cambiar.
Piense en los medicamentos como un par de cables para cargar la batería de su automóvil. Cuando tiene una batería descargada, se detiene para usar estos cables y una vez recargada la batería del auto comienza a conducir de nuevo. No va conduciendo por la carretera con los cables todavía conectados. Del mismo modo, la medicación puede ayudar a su hijo adolescente a volver a empezar en la dirección correcta, pero no es algo que tomará para siempre.
Reflexiones Finales Sobre Cómo Ayudar A Los Adolescentes Con Ansiedad
Es importante enseñarles a nuestros hijos a vivir con cierta incomodidad y sentir un miedo saludable enseñándoles a hacer cosas constructivas para prepararse para el futuro. Establecer patrones saludables que les ayuden a superar el miedo y la ansiedad es una de las mejores formas de ayudar a los adolescentes con la ansiedad.
Si usted se encuentra en la Estados Unidos y desea hablar más con alguien sobre la ansiedad de su adolescente, o necesita ayuda para encontrar un consejero en su área, Enfoque a la Familia ofrece una consulta gratuita única desde una perspectiva cristiana. Puede comunicarse con un consejero al 1-855-771- 4357. Si se encuentra fuera de los Estados Unidos, encuentre más información sobre nuestros consejeros y psicólogos en www.enfoquealafamilia.com/consejeria
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