¿Qué podemos decirle a nuestro adolescente que nos acaba de decir que es homosexual?Estoy devastado al saber que mi hijo piensa que es homosexual. En un momento estoy tan enojado que podría gritar y, en el otro, simplemente me siento y lloro. Amamos a nuestro hijo, pero no queremos la influencia de la atracción hacia el mismo sexo en nuestro hogar (tenemos niños más pequeños en la casa).
RESPUESTA:
Antes de decir cualquier otra cosa, queremos que sepa que nuestros corazones están con usted en medio del dolor y la confusión que está viviendo al escuchar que su hijo adolescente le dice que es gay. Las emociones que está experimentando son reacciones comprensibles de un padre preocupado y amoroso. Usted es sabio al buscar consejo sobre cómo manejar las cosas, y aquí abordaremos varias recomendaciones:
Responda con calma y respeto
Entonces, ¿cómo debería responder a lo que su hijo le dijo? Con respeto y de la manera más tranquila y menos reactiva posible.
Pero no entre en pánico si usted y su hijo ya han tenido un enfrentamiento. Pídale perdón y una oportunidad de comenzar de nuevo. Acuerde con él que ambos harán lo mejor posible para alejarse de actitudes y acciones hirientes en el futuro. Como en todas las interacciones interpersonales, usted solo puede controlar sus decisiones y comportamientos, no los del otro individuo. Haga su parte para interactuar bien y reflejar el carácter de Cristo, y deje que eso sea lo que guíe su enfoque.
Cuide su propio corazón
Antes de seguir adelante, rodéese de un grupo de apoyo: un pastor, un consejero certificado, un mentor o un pequeño grupo de amigos comprensivos. Además, asegúrese de que usted y su cónyuge estén en la misma página. (Llámenos si desea ayuda para encontrar un terapeuta matrimonial capacitado).
La realidad es que ha sido sacudido por la revelación de su hijo. Incluso podría sentir que necesita cuestionar o reexaminar sus propias creencias sobre la homosexualidad. ¡Eso está bien! Revisar sus convicciones es un paso inteligente mientras piensa en lo que el Señor le está pidiendo.
No tenga miedo de hacer una investigación a la luz de la verdad de Dios y con la ayuda de amigos cristianos comprensivos. Recurra a fuentes bien informadas que sigan el consejo completo de las Escrituras (el carácter de Dios y la imagen completa de toda la Biblia). Algunos recursos enumerados al final de este artículo son un excelente punto de partida.
El cuestionamiento honesto puede confirmar y solidificar sus creencias. También puede corregir cualquier actitud, lenguaje o suposición que pueda alejarse del amor cristiano, o simplemente informarle sobre algo que no supiera de este tema complejo. Todos tenemos espacio para aprender y crecer.
Afirme a su hijo
En un primer momento, podría ser bueno compartir con su hijo la amplia gama de emociones que usted está sintiendo. Podría decir:
“Obviamente esto es algo en lo que has estado pensando por un tiempo. Pero nosotros acabamos de enterarnos por primera vez. Y para ser honestos, nos has dejado completamente desorientados. ¿Podemos tomarnos un tiempo para considerar lo que nos has dicho antes de hablar más?”
Cuando se sienta listo, pregúntele a su hijo si estaría dispuesto a sentarse y hablar con usted y su cónyuge sobre cómo se ve a sí mismo y sobre esta noticia. Si acepta, mantenga su enfoque en dos objetivos principales:
- Mantener su relación con su hijo.
- Mantener una influencia piadosa en su vida.
Sobre todo, afirme a su hijo.
Haga todo lo posible por conectar con él a nivel emocional. En el proceso, manténganse unidos como pareja mientras abordan la situación; es importante demostrar que ambos están en la misma sintonía. A medida que avanza la conversación, utilice palabras en primera persona – yo y nosotros – en lugar de un lenguaje basado en él, que fácilmente puede ser percibido como controlador, directivo, culpabilizante, avergonzante, reprendedor o autocomplaciente. Podría decir:
“Nos alegra que nos hayas compartido esto. Queremos saber lo que estás pasando, y estaremos allí para ti pase lo que pase.”
Asegúrele su amor
Asegúrele su amor, su amor continuo e incondicional. El autor Jeff Johnston dice: “Una de las preguntas más profundas en el corazón humano es esta: Si conoces lo peor de mí, ¿seguirás amándome? Afirme a su hijo en su amor incondicional por él. Hágale saber que le importa, sea cual sea su lucha. Hay una profunda sanación en recibir amor y afirmación de su parte”.
Al mismo tiempo, recuérdele a su hijo que amar incondicionalmente no significa amar sin preocupación, ni que siempre esté de acuerdo con él. Dios nos ama incondicionalmente, pero también se preocupa profundamente por lo que hacemos, lo que decimos y cómo nos vemos a nosotros mismos.
Comprenda lo que su hijo quiere decir.
Escuche la actitud de su hijo mientras habla sobre sus pensamientos acerca de sus atracciones sexuales.
¿Se muestra vacilante o confundido?
¿Tiene una lucha interna, está afligido o se siente avergonzado?
¿O los ha enfrentado con una declaración intransigente o incluso, consciente y deliberadamente, desafiante?
Si está confundido, usted querrá ser especialmente sensible y gentil. Si tiene una lucha interna y se siente avergonzado, podría necesitar una respuesta más firme, aunque aún compasiva. De cualquier manera, recuerde que sus objetivos son mantener la relación y mantener una influencia piadosa. Afirme, conecte y asegúrele su amor una y otra vez.
Plantee las discusiones como una oportunidad para descubrir.
Aprenda sobre el pensamiento y la experiencia de su hijo. Anímelo a hacer lo mismo. Comience diciendo:
“Como eres muy importante para nosotros, queremos entender tanto como sea posible sobre lo que estás experimentando. ¿Está bien si hacemos algunas preguntas?”
Una vez que obtenga el visto bueno, haga preguntas abiertas como:
¿Qué te llevó a creer que podrías ser gay?
¿Alguna vez has sentido atracción hacia el sexo opuesto?
¿Cuándo fue la primera vez que te diste cuenta de tu atracción por personas del mismo sexo?
¿Cuál fue tu reacción inicial ante esos sentimientos?
¿Qué tan constantes son estas atracciones?
¿Has hablado con alguien sobre ellas?
La fase de descubrimiento podría durar un tiempo prolongado, semanas, tal vez incluso meses. Sean comprensivos con ustedes mismos. No se pongan la presión de tener resoluciones inmediatas. Es irrealista, y podría alejar a su hijo y comprometer sus principales objetivos.
Pregunte si estaría dispuesto a hablar con usted y con una tercera persona objetiva.
La mejor opción para obtener información sería un consejero cristiano capacitado. Asegúrese de que el consejero siga una ética sexual bíblica y sea compasivo, comprensivo y experimentado en abordar problemas relacionados con las atracciones hacia el mismo sexo.
Su hijo necesita un lugar seguro con personas seguras, personas que no lo avergüencen por cuestionar su sexualidad. Los sentimientos de vergüenza solo le harán estar más a la defensiva o contribuirán a los sentimientos de auto-desprecio o depresión que a veces acompañan esta lucha.
Ayúdelo a hablar sobre ello, no a actuar por impulso
La próxima vez que se sienten juntos, comiencen recordándole a su hijo la verdad que ya han establecido: amar incondicionalmente no significa amar sin preocupación. Con eso como base, déjenle saber que les gustaría hacerle una petición. Diga algo así como:
“Sabemos que no podemos controlarte. Solo queremos decirte cómo hemos aprendido por experiencia que siempre es una buena idea ir despacio al tomar decisiones importantes en la vida, como elegir una carrera universitaria o decidir con quién casarse.
Esto es especialmente cierto cuando se trata de tu sexualidad e identidad personal. Por lo tanto, queremos recomendarte que hagas una pausa antes de etiquetar los sentimientos que has estado experimentando.
No hay necesidad de sacar conclusiones llamándote a ti mismo “gay”, “bi”, “trans” o cualquier otra cosa. Te debes a ti mismo cerrar todo el ruido cultural y político sobre este tema y examinar cuidadosa y detenidamente tus opciones. Después de todo, muchas personas han sentido atracción hacia el mismo sexo sin adoptar la etiqueta “gay”.
Invite a su hijo a hablarlo en lugar de actuarlo.
Anímelo a expresar abiertamente los sentimientos, deseos, esperanzas y temores que está experimentando sin asignarlos a ninguna categoría específica como “gay” o “heterosexual”.
Adviértale del problema de la experimentación sexual como una forma de determinar su orientación.
Señale que la experimentación, al igual que las etiquetas, tiende a convertirse en una profecía autocumplida (es decir, cuando algo se vuelve cierto solo porque alguien lo creyó y su comportamiento se alineó con esas creencias).
Aunque su hijo pueda sentir que no puede honrar sus sugerencias, o elija no hacerlo, su objetivo no es cambiarlo ni obligarlo a estar de acuerdo con usted. Ofrezca su corazón y lo que cree que es sabio. Sembrará semillas para el pensamiento futuro y establecerá las bases para una comunicación clara, razonable y amorosa.
¿Su hijo conoce a Cristo?
Una consideración final importante es el sistema de creencias que su hijo personalmente tiene. ¿Se considera a sí mismo un cristiano? ¿Es Jesús su Salvador y Señor?
En caso afirmativo, anímelo a que priorice las convicciones de su fe sobre todo lo demás. Puede explicarle que usted cree que los valores bíblicos tienen mucho más peso que los sentimientos de atracción. Esto se debe a que la atracción, el comportamiento y la identidad son tres áreas separadas; una no tiene que determinar a las otras. El comportamiento y la identidad, a diferencia de la atracción, son cuestiones de elección consciente y voluntaria.
Al igual que con cualquier comportamiento pecaminoso, no se trata de ser tentado, sino de involucrarse voluntariamente en actividades que van en contra de la ley de Dios. Por lo tanto, es posible ser cristiano y, al mismo tiempo, luchar con la atracción hacia el mismo sexo. Pero no podemos ser cristianos fieles y obedientes mientras nos involucramos voluntariamente en prácticas sexuales que la Biblia dice que son pecaminosas.
Haga hincapié en que, como amado de Dios y como un hijo amado bajo Su cuidado, se espera que se comporte de acuerdo con los estándares de la moral sexual cristiana, sin importar las tentaciones o las preguntas de identidad por las que esté pasando.
Puede terminar la conversación diciendo:
“Queremos que sepas que estaremos leyendo y aprendiendo sobre este tema porque nos importas. Si estás dispuesto, tal vez podríamos leer y aprender juntos.”
Hable con la familia extendida y los hermanos menores.
Mientras tanto, dependiendo de las circunstancias, podría ser una buena idea hablar con otros miembros de la familia. Sin embargo, no necesariamente usted debería compartir ampliamente hasta que usted y su cónyuge tengan un plan sólido para relacionarse con su hijo. No es necesario agregar estrés a una situación que ya es frágil, especialmente si su hijo no se lo ha contacto personalmente a los demás.
Sin embargo, si su hijo está haciendo público el asunto, usted y su cónyuge deberían ser los primeros en hablar con sus hijos menores. Eso puede reducir la posibilidad de que otras personas compartan información de maneras potencialmente destructivas.
- Use un lenguaje apropiado para la edad para explicar que su hermano mayor está pasando por un momento difícil.
- Dé detalles sobre la naturaleza sexual del problema solo cuando sea necesario.
- Reconozca y empatice con las reacciones emocionales de sus hijos ante la situación. Cada uno puede necesitar ayuda para ordenar sus sentimientos.
- Hágales saber claramente que, aunque usted esté comprometido con los estándares morales bíblicos, nunca dejará de amar a su hijo.
- Pídales a los otros niños que se unan a usted para tratar a su hermano con amor y respeto y para orar por él.
Estamos aquí para ayudar.
Sabemos que este es un tema complicado y personal. ¿Nos permitiría acompañarle? Nuestros consejeros certificados o pastorales estarían encantados de tener la oportunidad de escuchar su historia y hablar con usted con más detalle.
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© 2014, 2020 Focus on the Family. Usado con permiso. Publicado originalmente en focusonthefamily.com.