Me encantan esos comerciales de servicios de citas en línea con las parejas felices en la pantalla. El tono de los comerciales es divertido, fresco y emocionante. Pero ¿alguna vez ha pensado en los esposos desilusionados viendo ese comercial y pensando, por qué mi matrimonio no es así? Nunca tendré ese tipo de diversión o pasión en esta relación.
Contrario al mensaje de nuestra cultura de que la química y la compatibilidad son esenciales para un matrimonio agradable, estoy convencido de que el carácter y el compromiso son realmente las cualidades esenciales. Mi esposa, Amy, y yo hemos descubierto que un matrimonio divertido y amoroso depende más de las decisiones diarias que tomamos y no tanto de lo que tenemos en común.
Mi esposa y yo somos diferentes en todos los sentidos. Yo defino ahorro como dinero en el banco; ella define ahorro como la diferencia entre el precio real y el precio de venta. A mí me gusta dormir con la temperatura en la casa a 75 grados; ella prefiere 69.5. Somos completamente opuestos en nuestras personalidades, programación de televisión y preferencias de pizza.
Estar sintonizados ya no es el objetivo para Amy y yo. Tratar de cambiarnos no nos interesa. Y no nos esforzamos por llegar a un total acuerdo en cada tema. En cambio, simplemente decidimos disfrutar de la vida y de los demás por el resto de nuestro tiempo en la tierra. Usted también puede decidir disfrutar de la vida y el matrimonio, sin importar cuántos desafíos pueda enfrentar.
En el Salmo 90:10 (NVI), Moisés nos recuerda que la vida es una rutina: “Algunos llegamos hasta los setenta años, quizás alcancemos hasta los ochenta, si las fuerzas nos acompañan. Tantos años de vida, sin embargo, solo traen pesadas cargas y calamidades: pronto pasan, y con ellos pasamos nosotros”.
No importa cuánto dinero ganemos; no podemos comprar un camino que evite la rutina. Sin embargo, en medio de la rutina, Salomón nos alienta: “Vive feliz junto a la mujer que amas, todos los insignificantes días de vida que Dios te haya dado bajo el sol. La esposa que Dios te da es la recompensa por todo tu esfuerzo terrenal” (Eclesiastés 9:9, NTV).
Un matrimonio divertido y amoroso no es superficial o inmaduro. Llevar a las parejas a dar más allá del esfuerzo suficiente para permanecer juntos, requiere de mucho trabajo. Amy y yo tomamos la decisión hace 17 años de que el divorcio nunca sería una opción. Creo que la decisión de disfrutar la vida juntos, nace desde ese mismo día. Es nuestro carácter el que toma la decisión y, luego, se mantiene en ella.
Tomen la decisión de disfrutarse el uno al otro
Yo me esfuerzo para hacer reír a Amy. Al salir de la habitación algunas mañanas, yo le doy una breve pasarela tipo modelo mostrándole mi elección de vestuario. Tener carácter y ser un adulto responsable no significa que siempre hay que ser serio. Por otro lado, usted no necesita ser un comediante para disfrutar de la vida. Para crear una cultura divertida en su matrimonio y hogar, comience con algunos minutos, no horas. Mi esposa y yo nos comprometemos a relajarnos y divertirnos juntos por al menos 15 a 20 minutos al día.
Tomen la decisión de evitar la rutina
Identifique las áreas en donde está atrapado en una rutina. Cuando uno se queda estancado en el matrimonio y en la vida, puede culpar al cónyuge por ser la fuente del problema, cuestionar su compatibilidad, cerrar su corazón y, finalmente, dudar de su futuro como pareja. La rutina de la vida puede crear un vacío de intimidad, risa y diversión en el matrimonio. Pero no debe permitir que el deber y la responsabilidad triunfen sobre la pasión y la creatividad. Rompa la rutina estableciendo una noche fresca. Evite la cena y la película estándar: pruebe el patinaje sobre ruedas, el kayak, el senderismo, el salto en trampolín o el alquiler de una bicicleta para dos. Planee unas vacaciones en casa sin los niños. Compre y prepare una comida en casa. Sea lo que sea que elija, haga que sea una nueva experiencia que les dé tiempo para soñar, jugar y reír juntos.
Tome la decisión de valorar a su cónyuge
Yo llamo a esto “la minería de oro”. Los mineros perforan pozos de prueba, excavan y procesan el suelo, todo con la esperanza de encontrar oro. Aunque no hay garantías, trabajan duro por una recompensa que podría ser enorme.
Amy y yo queremos ser grandes mineros en nuestro matrimonio. Comenzamos la minería el año pasado, buscando cosas que valoramos del uno al otro. Escribimos nuestras pepitas de oro en una lista que llamamos “La Divertida Lista de Amarte”.
Mi lista para ella incluye:
- Me encanta su pasión por el “todo o nada”.
- Me encanta su desdén por las direcciones de manejo.
- Me encanta su espontaneidad.
La lista de Amy para mí incluye:
- Me encanta su preocupación por mi comodidad.
- Me encanta su responsabilidad fiscal.
- Me encanta su humor exagerado.
Cada vez que surge una frustración o diferencia de opiniones, extraemos más pepitas y las agregamos a nuestras listas. Regularmente volvemos a ellas para recordarnos que nuestro cónyuge es muy valioso. No podemos controlar las circunstancias que nos impone el ajetreo de la vida, pero en cualquier situación en que nos encontremos, podemos decidir buscar un matrimonio divertido y amoroso.
Aprenda a Decir Te Amo
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