¿Los futuros novios deberían invertir la mayoría de sus recursos en una boda de ensueño, la casa de sus sueños o una relación soñada, es decir, una que dure para toda la vida?
¿Preferiría gastar $35,000 en la boda de ensueño o en el pago inicial para la casa de sus sueños? Esa es la pregunta que la serie de Netflix “Boda o Hipoteca” hace a parejas de la vida real.
En la serie, mientras los futuros cónyuges eligen entre grandes escenarios, clases de coreografía y baile por $3,200 o fuentes de aderezo ranch, el agente de bienes raíces y el planeador de boda compiten entre sí por ser la elección final de la pareja.
“¿Cómo elegimos entre el día que merecemos y el futuro?” dice un hombre en los avances del “reality show”, mientras una mujer se lamenta: “Estoy renunciando a un sueño para lograr otro.” Pero en medio de este dilema entre decir “sí al vestido” o “sí al agente de bienes raíces”, se olvidan de hacer una pregunta importante: ¿A quién le importa la boda o la casa si en 10 años no estarán juntos?
Si usted desea que su matrimonio perdure, entonces debe pensar más allá del día de la boda y de los bienes inmuebles, dice el Dr. Greg Smalley, vicepresidente de Formación Matrimonial y Familiar en Enfoque a la Familia.
Pregúntese a ustedes mismos “¿Cuál es nuestra prioridad?” ¿Es la boda de ensueño, la casa de sus sueños o una relación soñada, es decir, una que perdure para toda la vida?
“Yo creo que este programa subraya cómo vemos culturalmente la preparación para el matrimonio; la preparación es prácticamente inexistente”, dice Smalley. “Yo animo a las parejas a que se pregunten a sí mismos: ‘¿Nos estamos preparando solo para el gran día o nos estamos preparando para toda la vida?’”.
En los Estados Unidos, con un costo promedio de boda rondando entre los $33,900 (pre-COVID-19), estos días especiales se convierten en un negocio y una presión grande, especialmente para las parejas jóvenes cargadas de deudas.
“Es ridículo gastar $35,000 en una boda”, dice Smalley, “porque las flores, el vestido y el lugar de la boda no los mantendrán juntos. No estoy diciendo que no deberían celebrar este pacto sagrado, simplemente hay cosas que se deben priorizar”.
Con muchas parejas jóvenes aún pagando sus préstamos universitarios u otras deudas, sumar una hipoteca tampoco ayudaría a que una relación sea exitosa, señala.
¿Elegir entre boda, hipoteca o consejería?
Smalley anima a las parejas a invertir primeramente en una consejería Cristiana que los prepare para una relación que perdure para toda la vida.
Si Greg tuviera la oportunidad, reformularía el programa “Boda o Hipoteca” para incluir un año de consejería. Seis meses de consejería prematrimonial y luego seis meses de consejería después del día de la boda podrían ayudar a los cónyuges a superar el “camión de basura” que todos tenemos, anota.
Smalley recomienda tomar un inventario prematrimonial y trabajarlo junto con un consejero. Un buen consejero le ayudará a analizar su familia de origen y a reconocer qué problemas podrían causar conflictos en su relación.
Y habrá conflictos. Al inicio de una relación, los cónyuges a menudo ignoran felizmente las luchas matrimoniales que vendrán. 1 Corintios 7:8 nos recuerda que pasarán “por muchos aprietos”. Es algo que la mayoría de los padres reconocen, así que Smalley sugiere que consideren incluir dentro de los regalos de la boda la consejería matrimonial.
Espere un viaje increíble
Smalley sabe todo acerca de viajes; tanto del viaje matrimonial, como de viajes por las montañas. Y dice que hay similitudes. Él y su esposa, Erin, viven en la base de Pikes Peak en Colorado.
“Lo que quiero para ustedes es que claven sus ojos en esa cima de 14,115 pies. Hacia allá es a donde se dirige su viaje matrimonial. Su objetivo es pasar el resto de su vida escalando hacia la cima. Ese es su trabajo, escalar juntos.”
“Sepa que, a lo largo del camino, habrá momentos increíbles cuando se detendrán y harán un picnic para contemplar y ver la belleza de Dios. Y habrá momentos en donde caminarán junto a una corriente de agua y estarán riendo y teniendo conversaciones profundas. Habrá muchos momentos divertidos a lo largo de la caminata.
“También habrá momentos en los que tendrán que escalar, y resbalarán con piedras sueltas, tropezarán y caerán a un arroyo. También lograrán atravesar los momentos difíciles, porque todo es parte de esta increíble aventura llamada matrimonio.”
Lleve el equipo correcto
Tal como cuando se escala una montaña, será mucho más fácil sobrevivir a las temporadas y experiencias difíciles en un matrimonio si cuenta con el equipo adecuado desde el inicio de su aventura.
“La primera vez que escalé un “fourteener” (una montaña en Colorado con una elevación de 14,000 pies), no sabía nada al respecto” explica Smalley. “Vestía tenis, una camisa y una sudadera de algodón. Llevaba conmigo una barra de proteína y una botella plástica de agua.”
Smalley pronto supo que estaba mal equipado para llegar a la cima del monte Elbert en Agosto.
“En ese viaje me resbalé y me caí. Me golpeé la rodilla. Caí en un arroyo y mis tenis se mojaron por completo. Nos encontramos con una tormenta de nieve, y moría de frío. Perdí una uña del pie durante esa escalada porque llevaba zapatos inapropiados. Estaba muy mal preparado para ese viaje.”
Pero ahora él se encuentra preparado para las montañas. A través de los años, ha logrado escalar la cima de 25 montañas en Colorado.
“Ahora tengo los mejores zapatos para escalar, con los calcetines y camisas adecuadas que alejan la humedad de mi piel. Tengo bastones y una mochila de hidratación; tengo los mapas adecuados”.
“El punto es que hay una gran diferencia entre el hecho de estar preparado y el hecho de solo empezar a escalar. Su familia y amigos pueden celebrarles una gran boda al inicio de su matrimonio y animarlos, pero ¿estarán equipados para el viaje?”.
Un buen consejero matrimonial que se especialice en parejas es vital para estar listos para el día de la boda, Smalley enfatiza; es el “equipo adecuado” para llevar a su matrimonio. “No solo lea un libro o asista a un evento. Todos necesitamos ayuda. Y recibir consejería no significa que usted sea un psicópata o un bicho raro.”.
El matrimonio es el mejor viaje en la tierra, dice Smalley, así que ¿por qué no estar debidamente preparados?
Planee una aventura de por vida
Después de 29 años, Smalley continúa disfrutando de su viaje con Erin, y desea que la aventura que ustedes tengan también perdure, bastante más allá del día de su boda o de la compra de su primera casa. “Quiero que lo hagan bien y que lo disfruten, porque lo único que verdaderamente importa es la caminata; el matrimonio. Ustedes van a compartir 40, 50, 60, 70 años en este viaje, y deseo que vivan el mejor viaje que puedan tener.”
Así que no se predisponga al fracaso saltándose la preparación. Por supuesto, deben soñar con el día de la boda y su futuro hogar, pero también deben pensar a largo plazo.
“Mi sueño es estar en algún lugar en la montaña con Eric cuando sea viejo. Tener a nuestra familia con nosotros, los hijos y los nietos, y estar celebrando y viendo la vista. Voltear a ver a Erin y decirle ‘Estoy muy feliz de haber logrado esto juntos’. Amo los momentos cuando nos detenemos y decimos ‘¡Mira qué tan lejos hemos llegado!’”.
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