¿Por qué debería casarme? ¿Es , simplemente, una decisión como muchas otras más en nuestra vida o produce, realmente, cosas importantes y únicas que lo diferencian, claramente, de otras relaciones como la soltería, el cortejo, o la cohabitación, también conocida como unión libre?
Para todos aquellos interesados en mejorar el bienestar humano y social, esta es una pregunta fundamental. Y es esencial que entendamos que, según la investigación de las ciencias sociales, el relativismo familiar (la creencia de que cualquier forma de familia es buena) es incompatible con la meta de mejorar el bienestar de mujeres, hombres, niños y la sociedad en general. En este tema, los datos han sido consistentemente sólidos y persuasivos por décadas, remontándonos a la década de 1930. Este artículo es una actualización sobre esta investigación.
El matrimonio y la salud física
Se sabe desde hace décadas que el estado civil tiene una fuerte y marcada influencia positiva o negativa en la salud física de las personas. Esto fue establecido en la Universidad de Vanderbilt en uno de sus primeros reportes publicados acerca de este tema en el año 1973. Posterior a esto, la Universidad de Chicago realizó una investigación donde mostraron que hombres y mujeres casados tendían a vivir más tiempo que las personas que nunca se habían casado o las personas divorciadas. Las diferencias eran dramáticas.
La autora de este artículo, Linda Waite, quien amplió los hallazgos de este trabajo inicial en su importante libro The Case for Marriage (“El caso por el Matrimonio”, 2000), lamentó que los investigadores no consideraran con más seriedad cómo el matrimonio provoca algunos de los mejores resultados que se pueden percibir en las personas casadas”.
Estudios más recientes y cada vez más sofisticados respaldan y amplían estos resultados. La revisión de varias investigaciones realizadas durante décadas, publicada en el Journal of Marriage and Family (“Diario de Matrimonio y Familia”) en el año 2020 titulado Family Matters (“La familia importa”) explica que “la gran mayoría de la evidencia sugiere que las personas casadas se muestran más saludables que las solteras y que las personas que cohabitan están en mejores condiciones de salud que las solteras, pero no mejor que las casadas”. En el año 2017, el Instituto Nacional de la Salud de los Estados Unidos, reportó que existen “posibles razones biológicas que explican los beneficios del matrimonio para la salud”. Explicaron que “las personas casadas tienen niveles más bajos de cortisol, la hormona del estrés” y como resultado, “el matrimonio ayuda a prevenir el estrés diario en las personas “.
La Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard también explica,
Hay un estudio fascinante y convincente que sugiere que las personas casadas disfrutan de mejor salud que las personas solteras. Por ejemplo, en comparación con las personas solteras, los casados tienden a
– Vivir por más tiempo
– tener menos accidentes cerebrovasculares y ataques al corazón
– tener menores probabilidades de sufrir depresión
– ser menos propensos a ser diagnosticados con cáncer en etapa avanzada y mayores posibilidades de sobrevivir al cáncer por períodos más largos de tiempo.
– sobrevivir con más frecuencia a intervenciones quirúrgicas mayores.
Este artículo ofrece cuatro razones por las cuales las personas casadas gozan de mejor salud. Primero, las personas casadas tienden a tener una mejor función inmunológica. Parece que, en efecto, el matrimonio cambia sus cuerpos para ser más resistentes a las enfermedades. Segundo, las personas casadas toman menos riesgos, comen mejor y, en general, tienen estilos de vida más saludables que personas en otros tipos de relaciones interpersonales. Tercero, las personas casadas tienden a tener un mejor sistema de apoyo a su alrededor, lo que contribuye a tener una mejor salud física y al proceso de recuperación de una enfermedad. Finalmente, las personas casadas que solían ser saludables antes de casarse tienden a permanecer saludables después de casarse.
El matrimonio y la salud mental
Un estudio sobre salud mental de la década de 1930 documentó cómo las personas casadas tienden a disfrutar significativamente de mejores niveles de salud mental que las personas en otros tipos de relaciones interpersonales. Un análisis de estudios publicado en 2019 en una revista académica de economía explica que el matrimonio está relacionado con “menos días de mala salud mental”, menos probabilidades de ser diagnosticado con depresión y un incremento en el estado general de satisfacción del individuo.
Otro estudio académico publicado en el año 2020 explicó que “todos los grupos no casados, incluyendo la cohabitación, los divorciados, los separados, los viudos y los solteros tenían probabilidades significativamente mayores de desarrollar demencia en comparación con las personas casadas. “Un estudio europeo publicado en el año 2005 encontró que “el matrimonio hace que las personas tiendan a sufrir menos de enfermedades mentales” incluso con menor tendencia que las personas que cohabitan, por lo que no se trata solamente de tener un compañero de vida. Estos investigadores explican, “en la terminología de este campo de estudio, “el matrimonio tiene un efecto verdaderamente protector” que eleva notablemente la salud, tanto física como mental. Ellos agregan: “es aún un misterio como el matrimonio hace su magia”, pero no es un misterio que el matrimonio aporta sustanciales beneficios tanto físicos como mentales.
El matrimonio protege contra la pobreza
Sabemos que la pobreza trae serios problemas a todos los sectores de la sociedad. Contar con suficientes recursos financieros crean mejores condiciones de vivienda, alimentación, vestimenta, oportunidades de educación y vecindarios seguros. ¿Qué rol tiene el matrimonio protegiéndonos de la pobreza?
La profesora Linda Waite, cuyo trabajo ya hemos comentado, demostró que la literatura en este sentido es tan amplia que dedicó, no uno, sino dos capítulos de su libro The Case for Marriage (“El caso por el Matrimonio”) a este tema. Uno de los datos aportados provenía de un estudio sobre trabajadores suecos que encontró que “los hombres casados ganaban sustancialmente más que los hombres no casados” – incluso tomando en cuenta sus horas laboradas, su educación y su experiencia laboral, y si tenían la responsabilidad de manejar personal o no.” (ver capítulos 7 y 8). Waite concluye que “si usted tiene como meta conseguir más dinero, casarse hace mucho más probable que logre el Sueño Americano”.
Un estudio conducido en Alemania en el año 2017 encontró que “ambos, hombres y mujeres experimentan importantes ventajas en la obtención de la riqueza en el matrimonio, no solo en el ámbito familiar, sino también en lo personal. Investigaciones como esta llevaron a Jonathan Rauch, un destacado periodista del National Journal, a publicar un ensayo revolucionario en el año 2001 titulado The Widening Marriage Gap (“La creciente brecha matrimonial”), explicando cómo el estado civil se había convertido en un motor del bienestar económico más importante, incluso por encima de la etnicidad. Explicó que actualmente “…la pobreza se correlaciona más fuertemente con el estado civil de una familia, aun por encima de las diferencias raciales”. Al explicar las razones particulares, Rauch concluye brillantemente: “En otras palabras, si eres un bebé a punto de nacer y tu objetivo es la seguridad económica, tienes mejores probabilidades teniendo padres negros casados, que padres blancos solteros”.
Este hecho es demostrado más ampliamente en la obra del profesor Robert Lerman, un economista de la Universidad Americana enfocado en poblaciones de bajos ingresos. Él explica que “las parejas casadas tienen ingresos casi cuatro veces superiores a sus necesidades básicas, una tasa que es entre un 30 y un 70 por ciento más alta que parejas que solo cohabitan y entre 64 y 113 por ciento más alta que la de padres solteros, incluso cuando estas personas solteras viven con otro adulto.
Violencia Doméstica y Maltrato
El más reciente reporte al Congreso del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos acerca del abuso infantil y la negligencia fue publicado en el año 2010. Este reporte muestra las dramáticas diferencias que existen en las formas de abuso y maltrato de niños relacionadas con el estado civil de los padres. Como podemos ver, en los siguientes dos gráficos, las estadísticas relacionadas al abuso y maltrato de niños varían notablemente según el tipo de familia y el estado civil de los padres.
Sin ninguna duda y por mucho, el lugar más seguro para que un niño viva es con sus propios padres dentro del marco del matrimonio. El relativismo familiar pone a los niños en severo riesgo.
Ha sido ampliamente establecido de forma consistente en la literatura de las ciencias sociales que hay una mayor tasa de violencia doméstica entre parejas que solo cohabitan, que entre las parejas casadas. El Journal of Family Issues (Diario de Problemas Familiares) replanteó, en el año 2018, los contrastantes niveles de violencia doméstica observados en parejas casadas comparados a los de parejas que cohabitaban bajo un mismo techo. Incluso cuando la cohabitación ha perdido mucho de su estigma social, el equipo de investigación explica, “nuestro trabajo demuestra que las parejas en cohabitación tienen mayores tasas de violencia doméstica (comparadas con las de parejas casadas) aun después de considerar los indicadores de calidad relacional y compromiso, historias de violencia familiar y relacional, y medidas socioeconómicas.
Estas son solo pequeñas muestras de las razones extremadamente convincentes que tenemos para considerar un tipo de familia sobre otras opciones relacionales. Y estas razones tienen todo que ver con las formas en las que el matrimonio entre un esposo y una esposa contribuye a mejorar dramáticamente los niveles de salud física y mental, protege contra la pobreza, la violencia doméstica y el maltrato. Los vecindarios con mayor incidencia de matrimonios felices son mejores comunidades, más fuertes, más seguras y más sanas.
Por lo tanto, luchar y trabajar por una cultura en pro del matrimonio es un trabajo de justicia social y es esencial que todos los sectores de la sociedad se involucren en él.
El PROPÓSITO DE SU MATRIMONIO
Sixto Porras y su hijo Esteban conversan sobre el propósito de Dios para el matrimonio y cómo esto puede cambiar la forma en que mira su relación de ahora en adelante.
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© 2024 Focus on the Family. Utilizado con permiso. Publicado originalmente en inglés en focusonthefamily.com.